Frente al pensionazo, guerra social. CNT Tenerife contra la reforma del sistema de pensiones

Como
teníamos anunciado, el jueves día 27 de enero, a las 18:30, la CNT en
Tenerife, secundada por otras organizaciones sindicales (Co.Bas y CGT)
se concentró como protesta ante el robo a mano armada que supone el
pensionazo.

A pesar de los intentos policiales de silenciar la concentración,
buscando colocarnos detrás de unos árboles y contenedores de basura, la
CNT, junto a otras organizaciones sindicales, se ha concentrado en la
tarde del día 27 de enero, ante las puertas de la Subdelegación del
Gobierno para mostrar su total rechazo ante el robo perpetrado por el
PSOE y los traidores de la clase obrera que son UGT y CCOO.

Apuntados al suma y resta, estos supuestos sindicatos han llevado al
proletariado de este país por la estrecha senda de la precariedad, de la
absoluta indigencia, practicando el inmovilismo y la demovilización.
Como coda final a la reforma laboral que ha conducido al desempleo a
buena parte de los trabajadores y trabajadoras del Estado español, ahora
han decidido que no tenemos derecho a una jubilación digna y que
debemos trabajar hasta casi nuestra muerte; y lo hacen unos listillos
(CCOO y UGT) que tienen contratados un fondo de pensiones privado para
sus dirigentes, con lo cual lo que han impuesto para la mayoría de la
población española, no les afectará a ellos directamente. De la misma
manera, los supuestos portavoces de la «soberanía nacional», como les
gusta autodeniminarse a los diputados y senadores, de manera totalmente
obscena, hace años han blindado sus pensiones, de tal manera que tras
pasar por el parlamento 7 años (ni siquiera tienen que estar dos
legislaturas), con dinero público tienen asegurado cobrar el 100% de sus
pensiones.

Enmascarado en un pseudo análisis científico, se ha mantenido
públicamente un ponorama apocalíptico en relación al sistema de
pensiones público, reiterado hasta la saciedad por los massmedias de
este país sin la más mínima criba crítica, se ha creado una corriente de
opinión que interesadamente ha sostenido que era necesaria tal reforma y
pérdida de derechos, como si fuera una cuestión impepinable,
determinada por criterios técnicos y no una decisión política que viene a
cumplir con las exigencias del capitalismo internacional representado
por el Fondo Monetario Mundial y otras organizaciones reaccionarias.

No hay que olvidar que es una decisión política la que impuso, en el
denominado Pacto de Toledo, que las pensiones sólo podían pagarse con el
dinero de las cotizaciones realizadas por los trabajadores y
trabajadoras (eso tras haber dilapidado todo el dinero generado hasta
esos momentos por esas mismas cotizaciones) dando lugar a una situación
totalmente surrealista como es el hecho de que los únicos que pagan
impuestos en este país, los que tienen una nómina, sufraguen los
desfalcos sistemáticos de empresarios y banqueros, mientras sus
impuestos no pueden ser utilizados para pagar sus pensiones. De esta
manera, tenemos dinero para pagar los agujeros financieros de las cajas
de ahorros (que no hay que olvidar, que en su junta directiva participan
tanto los partidos políticos como CCOO y UGT) y no la vejez de los
trabajadores y trabajadoras. No hay que olvidar en ningún momento que
estas son decisiones políticas y no cuestiones técnicas las que han
determinado esta realidad que sufriremos a partir de ahora.

Pero no sólo se va a incrementar la edad de jubilación, sino también el
periodo de años para calcular la cuantía de la misma, de tal manera que
en la práctica, vamos a tener que trabajar más años, durante más tiempo,
para cobrar unas pensiones de miseria, pues teniendo en cuenta la
precariedad laboral que está conllevando la última reforma laboral, muy
pocas personas van a poder cumplir el periodo mínimo de cotizaciones
para recibir una pensión del 100%. Esta situación, la de la precariedad,
explica el silencio de la patronal ante el retraso de la edad de
jubilación, medida que les afecta a ellos directamente pues, en teoría,
deberán cotizar por más años por unos trabajadores y trabajadoras que
tienen unos salarios mayores; sin embargo, con el despido casi libre que
han conseguido con la última reforma, con indemnizaciones pagadas en
buena parte con dinero público, la patronal tiene muy claro como actuar:
despedir a los trabajadores de mayor edad y contratar de manera
temporal a trabajadores más jóvenes, por salarios más bajos y con
jornadas más largas, por los cuales no van a cotizar a la seguridad
social. De esta manera, los trabajadores de mayor edad pasarán al paro
perpetuo, costeandose con los dineros públicos su sosten una vez
consumido su subsidio por desempleo, para pasar a partir de los 67 años,
a cobrar la pensión mínima, por muchos años que lleve trabajando.

Esta es la realidad que se esconde detrás de la reforma de las pensiones y
de la reforma laboral, y que nos llevó a plantarnos igualmente ante la
sede local del PSOE para gritarles a la cara que ante su política
terrorista para la clase obrera, nos encontrarán siempre enfrente y que
se han convertido en el enemigo del pueblo a batir.

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