Entrevistamos a Julián Hernández, cantante de Siniestro
Total, que nos responde a traves del ciberespacio, con motivo de su
último disco. Quién nos lo iba a decir a nosotros, que les
escuchábamos en un walkman cochambroso… ¡Tempus omnia
mutat, y no siempre para mal!
Roberto Descalzo | Periódico CNT
Pregunta.- En los temas que habéis
elegido para el single Todopoderoso se os ve más cabreados,
pero también con más ganas que nunca de meter el dedo en la llaga…
¿Se acabó el nihilismo y empieza la juerga final del proletariado?
Respuesta.- ¿Sí? ¿No? Pues no sé…
Las cosas salen según cómo se ponen las cosas así que tal. Si nos
ceñimos a la letra de Todopoderoso, el cabreo no existe: el
personaje que habla en primera persona está feliz. ¿Que no? Al fin
y al cabo, esto es España. Aquí a todo el mundo le parece bien
arramplar con la pasta. Si no fuera así, ya habríamos colgado en la
picota a más de uno. Es sencillo de entender: si no robo, es porque
no puedo. Claro que así vamos muy mal. Vamos, digo yo.
P.- Hablando del single que acabáis de
sacar, qué fuerte la conexión de Kissinger con lo de Carrero….
¿Conspiranoicos?
R.- Si en la respuesta anterior tenía
dudas, en esta no. No hay más que mirar por la Internet y darse
cuenta de la relación entre la visita de Kissinger y el asesinato de
Carrero. Que la visita fuera justo el día antes del bombazo, puede
que fuera una casualidad. O no. En todo caso, Kissinger dio el abrazo
final al sucesor de Franco, ese que ya no les interesaba. Por aquel
entonces, la Unión Soviética ya estaba en un cierto proceso de
decadencia; y a Europa y a EEUU la resistencia antifranquista les
resultaba irrelevante. ¡Qué mejor que liquidar un régimen que ya
no les aportaba nada! ¿Casualidad? No lo creo sí que habla
de una idea muy conspiranoica: la de la muerte de Brian Jones; y de
otra que es absolutamente indiscutible: la de Goldman Sachs y Lehman
Brothers entrando en los gobiernos de Europa. Esto no me lo vas a
discutir, ¿verdad?
P.- Uy, ni loco, a mí también me
parece de lo más real…Y ¿cómo se queda uno denunciando la
corrupción con cachondeo y ritmos bailongos con mucho swing, como en
el temazo que da nombre al single (o al disco, no sé aún)?
R.- Efectivamente, es un single. El
proyecto entero quizá podría llamarse El Sargento Pepper ha
muerto, por aquello que decíamos de que ya no tiene sentido un
álbum cada dos años… Si no, lo mejor es mantener que el primer
single es Todopoderoso, y ya está. ¿Y que cómo se queda
uno? Bueno, pues como siempre: tomando unas cañas al acabar de
grabar las canciones o después de tocarlas en un concierto. Quizá
el humor, que es nuestro sistema operativo, nos sirva para poder
hablar de lo que nos dé la gana. ¡Y sin quizá! Si no fuera así,
haría ya mucho tiempo que estaríamos procesados. Como poco. Tampoco
te creas que nos hacen mucho caso, ¿eh? ¿A quién narices le
importamos?
P.- Hombre, los del proverbial walkman
machacado éramos legión… Bueno: Vigo, Madrid, Barcelona, Bilbao,
Puerto Banús… ¿No se han ganado una canción los de Gamonal?
R.- Bien, es posible que sí. Pero
Gamonal resultaría demasiado obvio. Algo así nos decían sobre el
servicio militar hace años: «¿Por qué no hacéis una canción
en contra de la mili?». Y nunca se nos ocurrió escribir una
canción que se llamase «La mili es chunga». Eso ya lo
sabíamos todos: ¿por qué insistir en la misma idea? Hay que
currárselo un pelín, joder. En el álbum Made in Japan
(1993) hay una canción que se llama Sin novedad en el potaje,
que es tan antimilitarista como cualquiera que se te venga a la
cabeza con cualquier título más ramplón. Y es que somos muy
generosos: son los grupos de Burgos los que tienen que hablar de
Gamonal. Vamos, digo yo.
P.- ¿ Está protagonizando Rajoy el
regreso del hijo del zombie Paco?
R.- No te creas. Rajoy no es militar, ni
creyente, ni muy de levantarse temprano, que eran las cosas que le
gustaban al supuesto zombie Paco, que de zombie poco. Tampoco creo
que Mariano quiera ser muy protagonista: no sabe inglés, ni gallego
y, si me apuras, ni español. Si puede, se queda en un sillón y
delante de una tele viendo un partido con un puro y una copa de coñá.
Un vago, obviamente; pero un vago que responde a lo mismo que
cualquier gobernante del sur de Europa de ahora: no hace nada porque
para qué, si ya le dan las órdenes desde fuera. Puppets on a
string, I fear…
P.- ¿La democracia tiene gangrena o ya
apestaba en 1978?
R.- Si te refieres a España, en 1978 la
democracia era… er… era… er… Bueno, dejémoslo. ¡Para qué
seguir hablando de pantomimas! Desde el 23-F nos intentaron vender
algo como más… más… er… más… Bueno, dejémoslo. ¡Para qué
seguir hablando de mentiras! Y desde la incorporación a Europa, la
OTAN y el Euro, pues la democracia es… no sé… ¿cómo te diría
yo?… pues… Venga, vale, vamos a dejarlo de una hostia de una vez.
Otro día ya te cuento.
P.- ¿El proletariado debe de soltar el
lastre de la moral para triunfar, como me parece entender (porque
quiero, supongo) en vuestra canción La paz mundial?
R.- Joder, ¡me estás haciendo pensar a
unas horas…! Si te refieres a una moral religiosa judeo-cristiana
como lastre, quizá sí (es curioso: la burguesía creyente católica
es la que menos practica sus preceptos, me temo). Pero ya puestos a
liar un cigarrillo y pensar un poco, déjame decirte que la moral -la
ética- no tiene por qué ser religiosa. La religión sí que sería
un lastre para la liberación, si planteamos las cosas así. (¿Mao
Tse Tung y el opio del pueblo?) La ética puede ser laica, agnóstica
o sencillamente atea. Esto se puede aplicar al proletariado, a la
clase media o a la burguesía. Lo que pasa es que ya no existe un
proletariado concienciado, la clase media está extinguida y la
pequeña burguesía lo lleva claro. Los que se lo llevan muerto están
más allá, en un más allá al margen de éticas, de conciencias y
de… ¡yo qué sé! Ahora, eso sí, tu interpretación de La paz
mundial no está mal, no.
P.- Oye, el cartel de Land
of Oportunity, vuestro proyecto musical menos
convencional, es una pasada… ¿Es un guiño cariñoso a Maria
Antonieta, un cartel hecho con buen gusto o contiene algún
simbolismo musical que se nos escapa?
R.- ¡Ja! ¡Van a ser las tres opciones!
Se me ocurrió un día que llevaba un pin con una guillotina que me
regaló el Maestro Reverendo. Un amigo de Cambre, Xabier Iglesias, me
dijo que eso era un símbolo de la Ilustración, esos chicos que
decapitaron con libros a María Antonieta. Me pareció perfecto,
porque durante la Ilustración la música europea pasó de la
aristocracia (Mozart, por ejemplo) a la burguesía ilustrada
(Beethoven, por ejemplo) y de ahí a nosotros, que no sabemos muy
bien quiénes somos. Más tarde me enteré de que la primera
guillotina de la Revolución francesa la había construido un
fabricante de clavicordios. Lo único que queda un poco fuera de eso
que dices es lo del cartel con buen gusto, pero no sabes cuánto te
lo agradezco, porque lo hicimos en el Colectivo Engels (wanna wear
my red shoes), una gente muy afín a Siniestro Total. Y sí: es
un proyecto MUY poco convencional.
P.- ¿El soundtrack de la Revolución
será tipo La cabalgata de las valquirias, un rock´n´roll
igual de bruto y sublime o algo más hippie y fraternal?
R.- Ya me estás haciendo reír, ya…
Te diría que algo más fraternal tipo Phil Ochs, pero me gusta más
la idea de Esplendor Geométrico (mi gato negro se llama así).
¿Conoces El acero del partido o El héroe del trabajo (búscalo en
youtTube si no)? Lo de La cabalgata de las valquirias no
estaría mal si no fuera por las connotaciones que tiene…
P.- ¿A qué estamos esperando para que
suene?
R.- A tener un equipo que deje sordo a
medio planeta. Suene lo que suene, ¿eh?
P.- ¿A qué volumen recomiendas
escucharlo?
R.- ¿El del Big Bang (si fuera posible
escuchar tal cosa)? Vamos, digo yo.