8M 2023. Unidas en la acción, rompemos las fronteras

Castellano | Català | Euskera | Galego | Asturianu


Unidas en la acción, rompemos las fronteras

Unidas en acción, tomamos las calles para reivindicar que queremos igualdad real ya. La experiencia nos enseña que juntas podemos. Aprendemos en las huelgas laborales, las protestas y en cada victoria sindical. El capitalismo nos quiere aisladas, silenciadas y obedientes, por ello, la unión debe abarcar el plano privado tanto como el público: en los cuidados y en el trabajo remunerado. Exigimos el expreso reconocimiento de los derechos de las mujeres, en igualdad de condiciones, ya sea en el mundo laboral o en todos los ámbitos de la vida.

Las mujeres obreras, las que no heredamos y hemos de luchar para garantizar nuestra supervivencia y la de nuestro entorno, nos enfrentamos cotidianamente al trabajo precario y empobrecido, además de sufrir la cosificación y alienación en nuestros puestos de trabajo. Esto solo empeora si nacemos en el Sur Global y migramos al Norte en busca de alternativas. Uno de los máximos exponentes de esta perversión la encontramos en las condiciones del trabajo doméstico, donde se ocultan situaciones de auténtica esclavitud, reflejo del sistema machista, racista y clasista que lo sostiene y que mantiene a estas trabajadoras fuera del marco estatutario general.

A las obreras y más si eres migrante se nos convierte en objetos o se nos invisibiliza con el fin de exprimirnos hasta las últimas consecuencias. Siendo la frontera de clase un límite que condiciona la vida de todas las mujeres obreras; y si eres migrante esa frontera es aún más dura, más alta y más violenta.

Y si nuestro cuerpo se rebela y nuestra salud física y mental se resiente ante tanta injusticia, se nos medicaliza, obviando las causas que determinan la enfermedad. Nuestro ser se rompe bajo la opresión de clase, bajo el racismo y el machismo que soportamos, pero se individualiza nuestra problemática y se nos estigmatiza como locas, como frágiles, …

Que no pase ni un día sin reivindicar nuestra alianza con las mujeres de diferentes orígenes, expresando nuestra conciencia subversiva ante las diferentes desigualdades que sufren por el mero hecho de que, en este pequeño mundo, existan fronteras que traspasar en busca de una vida digna.

La situación de las mujeres migrantes trabajadoras es una de las peores que se experimentan en la clase obrera: violencia extrema en sus periplos, explotación económica y sexual, en muchos casos. Una vez consiguen acceder al mundo laboral, superando todas las barreras, vuelven a ser discriminadas en sus reivindicaciones, asumiendo los trabajos peores porque la patronal abusa de esta situación ya que es más fácil explotar a una mujer migrada que a una local.

En este sentido, tendemos la mano a las compañeras que desde asociaciones propias luchan por sus derechos y que rara vez se sienten cómodas en los sindicatos, porque la victoria excepcional con la firma del 189 de la OIT, fue solo un paso incompleto que las sigue dejando fuera del Estatuto de los Trabajadores, como si fueran trabajadoras de segunda y la lucha tiene que seguir. El porcentaje tan grande de mujeres migradas en este sector revela la urgencia de la lucha, ya que su aislamiento, su precariedad y muchas veces el régimen de interinidad dejan a estas mujeres a la merced no solo de la explotación laboral, sino también del acoso sexual.

Y no queda ahí, la Ley de Extranjería favoreció la creación de CIEs (Centros de Internamiento de Extranjeros), auténticas cárceles racistas, en las que se lleva a otro nivel la previa limitación de derechos humanos, arrebatándoles hasta la conciencia de ser seres humanos e iguales en derechos y ante la ley. Privadas de libertad, son obligadas a realizar actividades determinadas por roles de género, sufren un incremento de la medicalización, de la explotación laboral y del riesgo de acoso sexual estando presas. Las migrantes están inseguras en los CIEs, privadas de libertad, sin recibir la protección que necesitan, tanto ellas, como sus hijos/as, en muchos casos, arrebatados/as. Estas mujeres trabajadoras deben asumir así la violencia institucional que, mediante una simple irregularidad administrativa, les aboca a estas cárceles selectivas.

El sistema penitenciario invisibiliza a las mujeres, nos hace más vulnerables ante las condenas y nos estigmatiza a nivel social de manera más cruel que a los hombres. La práctica del sindicalismo combativo y solidario de nuestras compañeras de CNT Xixón, las enfrenta a penas de tres años y medio de prisión y una indemnización de 150.428 euros por un conflicto marcado principalmente por el género. Porque hacer sindicalismo no es delito, ni tampoco el apoyo a las mujeres trabajadoras que sufren acoso laboral, volvemos a gritar alto y claro ABSOLUCIÓN PARA LAS COMPAÑERAS DEL CASO ‘LA SUIZA’.

Denunciamos que hay muchos sectores y puestos de trabajo en los que solo se contratan mujeres, y lo hacen como reclamo para vender más: se nos impone cómo ir maquilladas o vestidas para desarrollar ciertas profesiones. Las azafatas, camareras de piso, terapeutas de spa, … libramos una batalla para ser tratadas con igualdad: como trabajadoras y no como un objeto de venta. Las compañeras no debemos transigir con estas exigencias por parte de las empresas, ni permitir que este problema quede camuflado dentro de los engranajes de la patronal, destapando este acoso silencioso.

Conscientes de que la violencia contra la mujer trabajadora es transversal y heredada de un sistema caduco heteropatriarcal, no podemos olvidarnos de la situación de represión y abusos que sufrimos las compañeras trans. La violencia del patriarcado ya es visible en la infancia, dónde la división binaria deja atrás a todas aquellas personas que no se sienten identificadas con su género. Si para todas las trabajadoras se aplica una represión paternalista social y estatal, para las mujeres trans se concreta en pura vejación.

Aquellas personas que deciden transicionar pasan por un calvario que comienza con la catalogación como “disforia de género”. Una vez transicionadas, si es que decidimos hacerlo; recibimos una estigmatización conducente a la precariedad laboral trufada de excusas como la de no saber cómo lidiar administrativamente con nuestra situación de identidad legal.

Para las compañeras que ejercen prostitución, el riesgo de sufrir trato cruel y denigrante, no solo parte de “clientes”, sino de las propias “fuerzas de seguridad”, traduce la consideración de mero cuerpo contra el que atentar impunemente, pues ni siquiera hay datos oficiales actualizados.

Mientras los medios cultos babean con las acciones “filantrópicas” de la familia Ortega, Inditex -que registra beneficios récord este año de 8.000 millones, un 41% más que el anterior- no encuentra calderilla para pagar decentemente a sus “niñas», como denomina la propia empresa a las trabajadoras de tienda. Con lo que ingresan los principales accionistas en un día, tendrían para pagar la subida de sus 165.000 trabajadores y trabajadoras globales. En sus huelgas y protestas piden una subida de 500 euros al mes, que sólo significarían 250 millones anuales a la empresa, aunque se aplicara a las 46.000 empleadas en España. En lugar de eso, el empresario “modelo” no reparte dividendos con las trabajadoras que están generando esa riqueza. A las compañeras dependientas, a las que el salario les da para malvivir 15 días, se les niegan también las ayudas que recibe el resto de la plantilla. La brutal brecha salarial en Inditex, emblemática de los sectores feminizados, además incumple la equiparación salarial en la misma categoría fuera de A Coruña, donde ganaron el conflicto.

Teniendo el gobierno más progresista de la historia:

  • Una de cada dos mujeres trabajadoras en nuestro país cobramos solo el salario mínimo.
  • Se nos quita el derecho a una pensión pública mediante una combinación de Ley Escrivá con pseudonegociación colectiva.
  • Se nos quita dinero de nuestra subida por convenio para planes privados de pensiones.
  • No se nos garantiza el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo en nuestro centro público de referencia.
  • Mientras crecen los beneficios de las empresas y sus dividendos, los salarios de las trabajadoras retroceden.
  • Cada vez tenemos que dedicar más parte de nuestro sueldo a farmacia, sanidad, vivienda, educación, alimentos y energía.
  • Cuando se vulnera nuestro derecho a la libertad sindical y a la defensa frente al acoso, el poder ejecutivo mira para  otro lado y el judicial nos castiga

Ante sus violencias, Unión y Acción.
Organízate en CNT, feminismo de clase y combativo.

Materiales: Cartel | Facebook | Twitter | Instagram


Unides en l’acció, trenquem les fronteres

Unides en acció, prenem les carrers per reivindicar que volem igualtat real ara. L’experiència ens ensenya que juntes podem. N’aprenem en les vagues laborals, les protestes i en cada victòria sindical. El capitalisme ens vol aïllades, silenciades i obedients, per això, la unió ha de cobrir el pla privat tant com el públic: en les cures i en el treball remunerat. Exigim el reconeixement exprés dels drets de les dones, en igualtat de condicions, ja sigui en el món laboral com en tots els àmbits de la vida.

Les dones obreres, les que no heretem i hem de lluitar per garantir la nostra supervivència i la del nostre entorn, ens enfrontem quotidianament al treball precari i empobrit, a més de patir la cosificació i alienació en els nostres llocs de treball. Això només empitjora si naixem al Sud Global i migrem al Nord en busca d’alternatives. Un dels màxims exponents d’aquesta perversió la trobem en les condicions del treball domèstic, on s’oculten situacions d’autèntica esclavitud, reflex del sistema masclista, racista i classista que el sosté i que manté a aquestes treballadores fora del marc estatutari general.

A les obreres, i més si som migrants, se’ns converteix en objectes o se’ns invisibilitza amb la finalitat d’esprémer-nos fins a les últimes conseqüències. Sent la frontera de classe un límit que condiciona la vida de totes les dones obreres; i si ets migrant aquesta frontera és encara més dura, més alta i més violenta.

I si el nostre cos es rebel·la i la nostra salut física i mental es ressent davant tanta injustícia, se’ns medicalitza, obviant les causes que determinen la malaltia. El nostre ésser es trenca sota l’opressió de classe, sota el racisme i el masclisme que suportem, però s’individualitza la nostra problemàtica i se’ns estigmatitza com a boges, com a fràgils…

Que no passi ni un dia sense reivindicar la nostra aliança amb les dones de diferents orígens, expressant la nostra consciència subversiva davant les diferents desigualtats que pateixen pel simple fet que, en aquest petit món, existeixen fronteres que traspassar en busca d’una vida digna.

La situació de les dones migrants treballadores és una de les pitjors que s’experimenten a la classe obrera: violència extrema als seus periples, explotació econòmica i sexual, en molts casos. Un cop aconsegueixen accedir al món laboral, superant totes les barreres, tornen a ser discriminades en les seves reivindicacions, assumint les feines pitjors perquè la patronal abusa d’aquesta situació ja que és més fàcil explotar una dona migrada que una local.

En aquest sentit, estenem la mà a les companyes que des d’associacions pròpies lluiten pels seus drets i que poques vegades se senten còmodes als sindicats, perquè la victòria excepcional amb la firma del 189 de l’OIT, va ser només un pas incomplet que les segueix deixant fora de l’Estatut dels Treballadors, com si fossin treballadores de segona i la lluita ha de seguir. El tan gran percentatge de dones migrades en aquest sector revela la urgència de la lluita, ja que el seu aïllament, la seva precarietat i moltes vegades el règim d’interinitat deixen aquestes dones a la mercè no només de l’explotació laboral, sinó també de l’assetjament sexual .

I no queda aquí, la Llei d’Estrangeria va afavorir la creació de CIEs (Centres d’Internament d’Estrangers), autèntiques presons racistes, en què es porta a un altre nivell la prèvia limitació de drets humans, arrabassant-los fins a la consciència de ser éssers humans i iguals en drets i davant de la llei. Privades de llibertat, són obligades a realitzar activitats determinades per rols de gènere, pateixen un increment de la medicalització, de l’explotació laboral i del risc d’assetjament sexual estant preses. Les migrants estan insegures als CIEs, privades de llibertat, sense rebre la protecció que necessiten, tant elles, com els seus fills/es, en molts casos, arrabassats/des. Aquestes dones treballadores han d’assumir així la violència institucional que, mitjançant una simple irregularitat administrativa, els aboca a aquestes presons selectives.

El sistema penitenciari invisibilitza les dones, ens fa més vulnerables davant de les condemnes i ens estigmatitza a nivell social de manera més cruel que als homes. La pràctica del sindicalisme combatiu i solidari de les nostres companyes de CNT Xixón les enfronta a penes de tres anys i mig de presó i una indemnització de 150.428 euros per un conflicte marcat principalment pel gènere. Perquè fer sindicalisme no és delicte, ni tampoc el suport a les dones treballadores que pateixen assetjament laboral, tornem a cridar alt i clar ABSOLUCIÓ PER A LES COMPANYES DEL CAS ‘LA SUIZA’.

Denunciem que hi ha molts sectors i llocs de treball on només es contracten dones, i ho fan com a reclam per vendre més: se’ns imposa com anar maquillades o vestides per desenvolupar certes professions. Les hostesses, cambreres de pis, terapeutes de spa,…lliurem una batalla per ser tractades amb igualtat: com a treballadores i no com un objecte de venda. Les companyes no hem de transigir amb aquestes exigències per part de les empreses, ni permetre que aquest problema quedi camuflat dins els engranatges de la patronal, destapant aquest assetjament silenciós.

Conscients que la violència contra la dona treballadora és transversal i heretada d’un sistema caduc heteropatriarcal, no ens podem oblidar de la situació de repressió i abusos que patim les companyes trans. La violència del patriarcat ja és visible a la infància, on la divisió binària deixa enrere totes aquelles persones que no se senten identificades amb el seu gènere. Si per a totes les treballadores s’aplica una repressió paternalista social i estatal, per a les dones trans es concreta en pura vexació.

Aquelles persones que decideixen transicionar passen per un calvari que comença amb la catalogació com a “disfòria de gènere”. Un cop transicionades, si és que decidim fer-ho; rebem una estigmatització conduent a la precarietat laboral trufada d’excuses com la de no saber com bregar administrativament amb la nostra situació d’identitat legal.

Per a les companyes que exerceixen prostitució, el risc de patir tracte cruel i denigrant, no només part de “clients”, sinó de les pròpies “forces de seguretat”, tradueix la consideració de mer cos contra el qual atemptar impunement, ja que ni tan sols hi ha dades oficials actualitzades.

Mentre els mitjans cultes bavegen amb les accions “filantròpiques” de la família Ortega, Inditex -que registra beneficis rècord aquest any de 8.000 milions, un 41% més que l’anterior- no troba xavalla per pagar decentment les seves “nenes”, com anomena la pròpia empresa a les treballadores de botiga. Amb el que ingressen els principals accionistes en un dia, tindrien per pagar la pujada dels seus 165.000 treballadors i treballadores globals. A les vagues i protestes demanen una pujada de 500 euros al mes, que només significarien 250 milions anuals a l’empresa, encara que s’apliqués a les 46.000 empleades a Espanya. En lloc d’això, l’empresari “model” no reparteix dividends amb les treballadores que generen aquesta riquesa. A les companyes dependentes, a les quals el salari els permet malviure 15 dies, se’ls neguen també les ajudes que rep la resta de la plantilla. La brutal bretxa salarial a Inditex, emblemàtica dels sectors feminitzats, a més incompleix l’equiparació salarial a la mateixa categoria fora de A Coruña, on van guanyar el conflicte.

Tenint el govern més progressista de la història:

  • Una de cada dues dones treballadores al nostre país cobrem només el salari mínim.
  • Se’ns treu el dret a una pensió pública mitjançant una combinació de Llei Escrivá amb pseudonegociació col·lectiva.
  • Se’ns treu diners de la nostra pujada per conveni per a plans privats de pensions.
  • No se’ns garanteix el dret a la interrupció voluntària de l’embaràs al nostre centre públic de referència.
  • Mentre creixen els beneficis de les empreses i els seus dividends, els salaris de les treballadores retrocedeixen.
  • Cada cop hem de dedicar més part del nostre sou a farmàcia, sanitat, habitatge, educació, aliments i energia.
  • Quan es vulnera el nostre dret a la llibertat sindical i a la defensa davant de l’assetjament, el poder executiu mira cap a una altra banda i el judicial ens castiga

Davant les seves violències, Unió i Acció.
Organitza’t a CNT, feminisme de classe i combatiu.

Materials: Cartell | Facebook | Twitter | Instagram


Borrokan elkarri loturik, mugak hausten ditugu

Elkarrekin, benetako berdintasuna nahi dugula aldarrikatuko dugu kaleetan. Esperientziak erakutsi digu, elkarrekin, ahal dugula. Lan-grebetan, protestetan eta sindikatuen garaipen bakoitzean ikasi izan dugu. Kapitalismoak isolatuta, isilik eta obeditzaile nahi gaitu. Hori dela eta, gure elkartasunak arlo publikoa eta pribatua hartu behar ditu barne: zaintzetan eta ordaindutako lanetan. Emakumeen eskubideak berariaz aitortzea eskatzen dugu, baldintza berdinetan, bai lan-munduan, bai bizitzako esparru guztietan.

Jaraunspenik jaso ez dugun eta gure eta gureen biziraupena bermatzeko borrokatu behar dugun emakume langileok egunero egiten diogu aurre lan ezegonkor eta pobretuari. Gainera, alienazioa eta gauza-bihurtzea sufritzen ditugu gure lanpostuetan. Egoera hori are okerragoa da Hegoalde Globalean jaio eta Iparraldera aukera bila emigratu behar dugunean. Perbertsio horren adierazle nagusietako bat etxeko lanen baldintzetan dago. Arlo horretan, benetako esklabutza diren egoerak ezkutatu egiten dira, sistema matxista, arrazista eta klasista batek bultzatuta. Hori dela eta, emakume langile hauek estatutu-esparru orokorretik kanpo geratzen dira.

Emakume langileok, eta are gehiago migratzaileak direnak, objektu edo ikusezin bihurtzen gaituzte, ahalik eta presio handiena sartzeko, ondorio guztiekin. Klaseen mugak emakume langile hauen guztien bizitza baldintzatu egiten du; eta migratzaileak direnentzat, muga hori are gogorragoa, altuagoa eta bortitzagoa da.

Gainera, gure gorputzak aski dela esaten duenean eta gure osasun fisikoak eta mentalak hainbeste bidegabekeriengatiko kaltea sufritzen duenean, medikalizatu egiten gaituzte, gaixotasun horiek eragin dituzten arrazoiak alde batera utziz. Gure esentzia apurtu egiten da, jasan behar dugun klase-opresioagatik, arrazismoagatik eta matxismoagatik. Baina gure arazoak indibidualizatu egiten dira, eta zoroen edo ahulen etiketak jartzen dizkigute.

Ez dadila egun bat ere igaro jatorri ezberdineko emakumeekin daukagun aliantza aldarrikatu gabe. Gure kontzientzia subertsiboa jakinaraziko dugu emakumeek sufritzen dituzten desberdintasunen aurrean, ez baita bidezkoa mundu txiki honetan oztoporik gainditu behar izatea bizitza duina lortzeko.

Emakume langile migratzaileen egoera langile-klaseak bizi izan duen okerrenetarikoa da: indarkeria bizia dago euren bidaietan, eta esplotatze ekonomiko eta sexual bortitza, kasu askotan. Behin lan-munduan sartzea lortzen dutenean, oztopo guztiei aurre eginez, berriz ere jasaten duten diskriminazioa euren aldarrikapenetan. Horrela, lan txarragoak hartzen dituzte, patronalak gehiegikeriaz jokatzen duelako egoera horretan, errazagoa baita emakume migratzaile bat esplotatzea tokiko bat baino.

Horregatik, eskua eman nahi diegu gure emakume-lankideei. Euren eskubideen alde borrokatu egiten dute euren elkarte propioetan, eta ez ohi dira eroso sentitzen sindikatuetan. Izan ere, NLEk 189a sinatzea aurrerapauso txikia baino ez zen izan, emakume horiek Langileen Estatutik kanpo uzten dituelako, bigarren mailako emakumeak izango balira bezala. Horregatik, borrokak jarraitu egin behar du. Emakume migratzaileen portzentaje hain handiak borrokaren premiazko beharra islatzen du, euren isolamenduak, prekarietateak eta, askotan, bitartekotasun-araubideak emakume horiek babesik gabe geratzen ohi direlako lan-esplotazioaren eta sexu-jazarpenaren aurrean.

Eta hori ez da dena. Atzerritartasunari buruzko legearen ondorioz, ABZak (Atzerritarrak Barneratzeko Zentroak) sortu ziren. Horiek benetako kartzela arrazistak dira, eta beste maila batera eramaten dituzte giza-eskubideen murrizketak. Legearen aurrean eskubide berdinak dituzten pertsonak direnaren kontzientzia ere kentzen dizkiete. Askatasuna lapurtzen diete, eta genero-rolek markatutako jarduera konkretuak egitera behartzen dituzte. Medikazioa igotzen diete, lanean gehiago esplotatzen dituzte eta sexu-jazarpenaren arriskua sufritzen dute gatibu daudenean. Emakume migratzaileak ez daude seguru ABZetan. Askatasuna kentzen diete eta ez dute behar duten babesa jasotzen. Gainera, askotan, seme-alabak kentzen dizkiete. Emakume langile horiek instituzioen indarkeria jasan behar izaten dute administrazio-irregulartasunen erruz kartzela selektibo horietan sartzen direnean.

Kartzela-sistemak emakumeak ikusezin bihurtzen ditu. Zaurgarriago egiten gaitu kondenen aurrean, eta maila sozialean estigmatizatu egiten gaitu, gizonezkoak baino krudeltasun gehiagorekin. Gure CNT Xixoiko lankideek, praktikan jarri duten sindikalismo borrokalari eta solidarioarengatik, hiru urte eta erdiko espetxe-zigorrari eta 150.428 euroko isunari egin behar diote aurre, gehien bat, euren generoa dela eta. Baina sindikalismoa egitea eta lanean jazarpena sufritzen duten emakumeei laguntzea ez da delitua. Horregatik, argi eta garbi oihukatuko dugu: ABSOLUZIOA “LA SUIZA” KASUKO EMAKUME-KIDEENTZAT.

Salatu nahi dugu sektore askotan gehiago saltzeko baino ez dituztela emakumeak kontratatzen: makillajea edo arropa-mota inposatzen dizkigute lan-mota jakinak egiteko. Hegazkineko laguntzaileek, zerbitzariek, spa bainuetxeetako terapeutek… Denek borrokatzen dute berdintasunezko tratua lortzeko, langileak baitira, eta ez salgai dauden objektuak. Emakume lankideok ez dugu onartu behar enpresek eskakizun horiek betetzea, eta ez dugu onartu behar arazo hori patronalaren engranajeen barruan kamuflatuta geratzea. Amaiera eman behar diogu isilpean dagoen jazarpen horri.

Badakigu emakumeen aurkako indarkeria zeharkakoa dela, eta iraungita dagoen sistema hetereopatriarcal batetik datorrela. Horren barruan, ezin dugu ahaztu trans lankideok sufritzen dugun errepresioa eta jasaten dugun gehiegikeria. Patriarkatuaren indarkeria agerian dago haurtzarotik. Etapa horretan hasten da zatiketa binarioa, euren generoarekin identifikatuta sentitzen ez diren pertsona guztiak alde batera utziz. Emakume langile guztientzat errepresio paternalista sozial eta estatala aplikatzen bada, trans emakumeontzat iraina da zuzenean.

Trantsizioa gauzatu nahi duten pertsonek sufrimendu handia jasan behar dute, “genero-disforiaren” izendapenarekin hasita. Behin trantsizioa bukatuta, egitea erabakitzen baldin badugu, lan-prekarietatera bideratutako estigmatizazio bat jasotzen dugu, aitzakien bidez, hala nola, ez dakigula nola aurre egin administratiboki gure lege-nortasunaren egoerari.

Prostituzioa ogibide duten emakume lankideek, bestalde, tratu krudela eta iraingarria jasotzeko arriskua dute, ez soilik “bezeroen” aldetik; baita “segurtasun-indarren” aldetik ere. Horiek eraso egiten dute baina ez dute inolako zigorrik jasotzen; eguneratutako datu ofizialik ere ez dago.

Hedabide ondo ikasiek Ortega familiaren jarrera “filantropikoa” txalokatzen dute (Inditex enpresaren jabeak, aurten mozkinen errekorra gainditu duten horiek, 8000 milioirekin, aurreko urtean baino %41 gehiagorekin), baina ez dute esaten ez dutela euren dirutzaren txanpoi bat ere erabili nahi euren “neskatxoei” ordaintzeko (halaxe deitzen die enpresak berak emakume-saltzaileei). Inditexeko akziodunek egun batean izaten dituzten diru-sarrerekin, euren 165.000 langile guztiei soldata igo beharko lieke. Euren greba eta protestetan, 500 euroko soldata-igoera eskatzen dute. Hori 250 milioi soilik dira urtean enpresarentzat, Espainiako 46.000 emakume-langileei soilik aplikatuko balitzaieke ere. Hori beharrean, enpresari “eredugarriak” ez ditu dibidenduak banatzen aberastasun hori sortzen ari diren langileekin. Dendako emakume-saltzaileek duten soldatak 15 egun bizirauteko ematen die, baina haiei ere, enpresako gainerako langileek daukaten diru-laguntza ukatzen zaie. Soldata-arrakala izugarria da Inditexen, eta oso adierazgarria da feminizatutako sektoreetan. Gainera, ez du betetzen soldaten parekatzea kategoria berean A Coruñatik kanpo (hiri hartan irabazi zuten gatazka legala).

Historia osoko gobernurik progresistena izan arren:

  • Gure herrialdeko bi emakume langiletatik batek baino ez du kobratzen gutxieneko soldata.
  • Pentsio publikoa izateko eskubidea kentzen zaigu Escrivà legearen eta pseudonegozioazio kolektibo baten erruz.
  • Gure hitzarmenez adostutako igoeratik dirua kentzen zaigu pentsio-plan pribatuak egiteko.
  • Ez zaigu haurdunaldia boluntarioki eteteko eskubidea bermatzen gure erreferentziazko osasun-zentroan.
  • Enpresen mozkinek eta euren dibidenduek gora egiten duten bitartean, emakume langileen soldatak murriztu egiten dira.
  • Gero eta soldata gehiago gastatu behar dugu farmazian, osasunean, etxebizitzan, hezkuntzan, elikagaietan eta energian.
  • ●        Gure askatasun sindikalaren eskubidea urratzen denean eta jazarpenaren aurkako babesik ez dugunean, botere betearazleak albo batera begiratzen du eta botere judizialak zigortu egiten gaitu.

Euren indarkeriaren kontra, Batasuna eta Ekintza.

Antolatu zaitez CNTn.
klasezko feminismo borrokalarian.

Materialak: Kartela | Facebook | Twitter | Instagram


Unidas na acción, rompemos as fronteiras

Unidas en acción, tomamos as rúas para reivindicar que queremos igualdade real xa. A experiencia ensínanos que xuntas podemos. Aprendemos nas folgas laborais, as protestas e en cada vitoria sindical. O capitalismo quérenos illadas, silenciadas e obedientes, por iso, a unión debe abarcar o plano privado tanto como o público: nos coidados e no traballo remunerado. Esiximos o expreso recoñecemento dos dereitos das mulleres, en igualdade de condicións, xa sexa no mundo laboral ou en todos os ámbitos da vida.

As mulleres obreiras, as que non herdamos e habemos de loitar para garantir a nosa supervivencia e a da nosa contorna, enfrontámonos a cotío ao traballo precario e empobrecido, ademais de sufrir a cousificación e alienación nos nosos postos de traballo. Isto só empeora se nacemos no Sur Global e migramos ao Norte en busca de alternativas. Un dos máximes expoñentes desta perversión atopámola nas condicións do traballo doméstico, onde se ocultan situacións de auténtica escravitude, reflexo do sistema machista, racista e clasista que o sostén e que mantén a estas traballadoras fose do marco estatutario xeneral.

Ás obreiras e máis se es migrante convértesenos en obxectos ou se nos invisibiliza co fin de espremernos ata as últimas consecuencias. Sendo a fronteira de clase un límite que condiciona a vida de todas as mulleres obreiras; e se es migrante esa fronteira é aínda máis dura, máis alta e máis violenta.

E se o noso corpo rebélase e a nosa saúde física e mental reséntese #ante tanta inxustiza, se nos medicaliza, obviando as causas que determinan a enfermidade. O noso ser rompe baixo a opresión de clase, baixo o racismo e o machismo que soportamos, pero individualízase a nosa problemática e se nos estigmatiza como tolas, como fráxiles, …

Que non pase nin un día sen reivindicar a nosa alianza coas mulleres de diferentes orixes, expresando a nosa conciencia subversiva #ante as diferentes desigualdades que sofren polo mero feito de que, neste pequeno mundo, existan fronteiras que traspasar en busca dunha vida digna.

A situación das mulleres migrantes traballadoras é unha das peores que se experimentan na clase obreira: violencia extrema nos seus periplos, explotación económica e sexual, en moitos casos. Unha vez conseguen acceder ao mundo laboral, superando todas as barreiras, volven ser discriminadas nas súas reivindicacións, asumindo os traballos peores porque a patronal abusa desta situación xa que é máis fácil explotar a unha muller migrada que a unha local.

Neste sentido, tendemos a man ás compañeiras que desde asociacións  propias loitan polos seus dereitos e que de cando en cando senten cómodas nos sindicatos, porque a vitoria excepcional coa firma do 189 da OIT, foi só un paso incompleto que as segue deixando fose do Estatuto dos Traballadores, coma se fosen traballadoras de segunda e a loita ten que seguir. A porcentaxe tan grande de mulleres migradas neste sector revela a urxencia da loita, xa que o seu illamento, a súa precariedade e moitas veces o réxime de interinidade deixan a estas mulleres á mercé non só da explotación laboral, senón tamén do acoso sexual.

E non queda aí, a Lei de Estranxeiría favoreceu a creación de CIEs (Centros de Internamento de Estranxeiros), auténticos cárceres racistas, nas que leva a outro nivel a previa limitación de dereitos humanos, arrebatándolles ata a conciencia de ser seres humanos e iguais en dereitos e #ante a lei. Privadas de liberdade, son obrigadas a realizar actividades determinadas por roles de xénero, sofren un incremento da medicalización, da explotación laboral e do risco de acoso sexual estando presas. As migrantes están inseguras nos CIEs, privadas de liberdade, sen recibir a protección que necesitan, tanto elas, como os seus fillos/as, en moitos casos, arrebatados/as. Estas mulleres traballadoras deben asumir así a violencia institucional que, mediante unha simple irregularidade administrativa, abócalles a estes cárceres selectivos.

O sistema penal invisibiliza ás mulleres, fainos máis vulnerables #ante as condenas e nos estigmatiza a nivel social de maneira máis cruel que aos homes. A práctica do sindicalismo combativo e solidario das nosas compañeiras de CNT Xixón, enfróntaas a penas de tres anos e medio de prisión e unha indemnización de 150.428 euros por un conflito marcado principalmente polo xénero. Porque facer sindicalismo non é delito, nin tampouco o apoio ás mulleres traballadoras que sofren acoso laboral, volvemos gritar alto e claro ABSOLUCIÓN PARA As COMPAÑEIRAS DO CASO ‘A SUÍZA’.

Denunciamos que hai moitos sectores e postos de traballo nos que só se contratan mulleres, e fano como reclamo para vender máis: impónsenos como ir maquilladas ou vestidas para desenvolver certas profesións. As azafatas, camareiras de piso, terapeutas de spa,…libramos unha batalla para ser tratadas con igualdade: como traballadoras e non como un obxecto de venda. As compañeiras non debemos transixir con estas esixencias por parte das empresas, nin permitir que este problema quede camuflado dentro das engrenaxes da patronal, destapando leste acoso silencioso.

Conscientes de que a violencia contra a muller traballadora é transversal e herdada dun sistema caduco heteropatriarcal, non podemos esquecernos da situación de represión e abusos que sufrimos as compañeiras trans. A violencia do patriarcado xa é visible na infancia, onde a división binaria deixa atrás a todas aquelas persoas que non senten identificadas co seu xénero. Se para todas as traballadoras aplícase unha represión paternalista social e estatal, para as mulleres trans concrétase en pura vexación.

Aquelas persoas que deciden transicionar pasan por un calvario que comeza coa catalogación como “disforia de xénero”. Unha vez transicionadas, se é que decidimos facelo; recibimos unha estigmatización conducente á precariedade laboral trufada de escusas como a de non saber como lidar administrativamente coa nosa situación de identidade legal.

Para as compañeiras que exercen prostitución, o risco de sufrir trato cruel e denigrante, non só parte de “clientes”, senón das propias “forzas de seguridade”, traduce a consideración de mero corpo contra o que atentar impunemente, pois nin sequera hai datos oficiais actualizados.

Mentres os medios cultos babexan coas accións “filántrópicas” da familia Ortega, Inditex -que rexistra beneficios récord este ano de 8.000 millóns, un 41% máis que o anterior- non atopa solto para pagar decentemente ás súas “nenas», como denomina a propia empresa ás traballadoras de tenda. Co que ingresan os principais accionistas nun día, terían para pagar a subida dos seus 165.000 traballadores e traballadoras globais. Nas súas folgas e protestas piden unha subida de 500 euros ao mes, que só significarían 250 millóns anuais á empresa, aínda que se aplicase ás 46.000 empregadas en España. En lugar diso, o empresario “modelo” non reparte dividendos coas traballadoras que están a xerar esa riqueza. Ás compañeiras dependentas, ás que o salario lles dá para malvivir 15 días, néganselles tamén as axudas que recibe o resto do persoal. A brutal brecha salarial en Inditex, emblemática dos sectores feminizados, ademais incumpre a equiparación salarial na mesma categoría fóra da Coruña, onde gañaron o conflito.

Tendo o goberno máis progresista da historia:

  • Unha de cada dúas mulleres traballadoras no noso país cobramos só o salario mínimo.
  • Quítasenos o dereito a unha pensión pública mediante unha combinación de Lei Escrivá con pseudonegociación colectiva.
  • Quítasenos diñeiro da nosa subida por convenio para plans privados de pensións.
  • Non se nos garante o dereito á interrupción voluntaria do embarazo no noso centro público de referencia.
  • Mentres crecen os beneficios das empresas e os seus dividendos, os salarios das traballadoras retroceden.
  • Cada vez temos que dedicar máis parte do noso soldo a farmacia, sanidade, vivenda, educación, alimentos e enerxía.
  • Cando se vulnera o noso dereito á liberdade sindical e á defensa fronte ao acoso, o poder executivo mira para  outro lado e o xudicial castíganos

#Ante as súas violencias, Unión e Acción.
Organízache en CNT, feminismo de clase e combativo.

Materiais: Cartel | Facebook | Twitter | Instagram


Xuníes n’aición, rompemos llendes

Xuníes n’aición, tomamos  les cais para reivindicar que queremos igualdá real yá. La esperiencia enséñanos que xuntes podemos. Aprendemos nes fuelgues llaborales, les protestes y en cada victoria sindical. El capitalismu quiernos aisllaes, callaes y obedientes, por ello, la unión tien de tomar el planu priváu tantu como’l públicu: nos cuidos y nel trabayu remuneráu. Esiximos la espresa reconocencia de los derechos de les muyeres, n’igualdá de condiciones, yá seya nel mundu llaboral o en tolos ámbitos de la vida.

Les muyeres obreres, les que nun heredamos y tenemos de lluchar pa garantizar la nuestra supervivencia y la de la nuestra redolada, enfrentamos d’avezu el trabayu precariu y aprobetao, amás de sufrir la cosificación y alienación nos nuesos puestos de trabayu. Esto solo empiora si nacemos nel Sur Global y migramos al Norte catando alternatives. Un de los máximos esponentes d’esta perversión atópase nes condiciones del trabayu domésticu, onde se despinten situaciones d’auténtica esclavitú, reflexu del sistema machista, racista y clasista que lu sostien y que caltien a estes trabayadores fuera del marcu estatutariu xeneral.

A les obreres y, más si yes migrante, conviértesenos n’oxetos, invisibilízasenos cola fin d’estruyinos hasta les últimes consecuencies. Siendo la frontera de clase una llende que condiciona la vida de toles muyeres obreres, si yes migrante esa frontera ye entá más dura, más alta y más violenta.

Y si el nuestru cuerpu remonta y la nuesa salú física y mental resiente énte tanta inxusticia, medicalízasenos, resalvando les causes que determinen la enfermedá. El nuestru ser rompe so la opresión de clase, so’l racismu y el machismu que carecemos, pero individualízase la nuestra problemática y estigmatízasenos como lloques, como febles, …

Que nun pase nin un día ensin reivindicar la nuestra alianza coles muyeres de distintos oríxenes, espresando la nuestra conciencia subversiva énte les distintes desigualdaes que sufren pol simple fechu de que, nesti pequenu mundu, esistan fronteres que trespasar en busca d’una vida digna.

La situación de les muyeres migrantes trabayadores ye una de les peores que s’esperimenten na clase obrera: violencia estrema nos sos periplos, esplotación económica y sexual, en munchos casos. Una vez consiguen aportar al mundu llaboral, superando toles barreres, vuelven ser discriminaes nes sos reivindicaciones, asumiendo los trabayos peores porque la patronal abusa d’esta situación yá que ye más fácil esplotar a una muyer migrada qu’a una local.

Nesti sentíu, tendemos la mano a les compañeres que dende asociaciones propies lluchen polos sos derechos y qu’escasamente se sienten cómodes nos sindicatos, porque la victoria escepcional cola firma del 189 de la OIT, foi solo un pasu incompletu que sigue dexando-yos fuera’l Estatutu de les Trabayadores, como si fueren trabayadores de segunda, y la llucha tien que siguir. El porcentaxe tan grande de muyeres migraes nesti sector revela la urxencia de la llucha, yá que el so aislamientu, la so precariedá y munches de les veces el réxime d’interinidá, dexen a estes muyeres a la mercé non solo de la esplotación llaboral, sinón tamién del acosu sexual.

Y nun queda ehí, la Llei d’Estranxería favoreció la creación de CIEs (Centros d’Internamientu d’Estranxeros), auténtiques cárceles racistes, nes que se lleva a otru nivel la previa llimitación de derechos humanos, arrampuñándo-yos hasta la conciencia de ser seres humanos ya iguales en derechos y énte la llei. Privaes de llibertá, son obligaes a realizar actividaes determinaes por roles de xéneru, sufren una medría de la medicalización, de la esplotación llaboral y del riesgu d’acosu sexual tando preses. Les migrantes tán insegures nos CIEs, quitaes de llibertá, ensin recibir la protección que precisen, tantu elles, como les/os sos fíes/os, en munchos casos, arrebataes/os. Estes muyeres trabayadores tienen d’asumir asina la violencia institucional que, por aciu una simple irregularidá alministrativa, empónles n’estes cárceles selectives.

El sistema penitenciariu invisibiliza a les muyeres, fainos más vulnerables énte les condenes y estigmatízanos a nivel social de manera más cruel qu’a los homes. La práctica del sindicalismu combativu y solidariu de les nuestres compañeres de CNT Xixón, empobínales a penes de trés años y mediu de prisión y una indemnización de 150.428 euros por cuenta d’un conflictu marcáu principalmente pol xéneru. Porque faecr sindicalismu nun ye delitu, nin tampoco’l sofitu a les muyeres trabayadores que sufren acosu llaboral, volvemos glayar al altu la lleva ABSOLUCIÓN PA LES COMPAÑERES DEL CASU ‘LA SUIZA’.

Denunciamos qu’hai munchos sectores y puestos de trabayu nos que solo se contraten muyeres, y fáinlo como reclamu pa vender más: impónsenos cómo dir maquillaes o vistíes para desenvolver ciertos oficios. Les azafates, camareres de pisu, terapeutes d’spa,… llibramos una batalla pa ser trataes con igualdá: como trabayadores y non como un oxetu venta. Les compañeres nun tenemos de tolerar estes esixencies pola parte les empreses, nin dexar qu’esti problema quede camufláu endientro los engranes de la patronal, desatapando esti acosu silenciosu.

Conscientes de que la violencia contra la muyer trabayadora ye tresversal y heredao d’un sistema caducu heteropatriarcal, nun podemos escaecenos de la situación de represión y abusos que carecemos les compañeres trans. La violencia del patriarcáu yá ye visible na infancia, ónde la división binaria dexa atrás a toes aquelles persones que nun se sienten identificaes col so xéneru. Si pa toles trabayadores s’aplíca una represión paternalista social y estatal, pa les muyeres trans concrétase en puru amenorgamientu.

Aquelles persones que deciden transicionar pasen por un calvariu qu’empieza cola catalogación como “disforia de xéneru”. Una vez transicionaes, si ye que decidimos facelo; recibimos una estigmatización que conduz a la precariedá llaboral estrada d’escuses como la de nun saber cómo tratar alministrativamente cola nuestra situación d’identidá llegal.

Pa les compañeres qu’exercen prostitución, el riesgu de carecer tratu cruel y denigrante, non solo de parte los “veceros”, sinón de les mesmes “fuercies de seguridá”, traduz la consideranza de simple cuerpu contra’l qu’atentar con impunidá, pues nin siquier hai datos oficiales actualizaos.

Mientres los medios cultos combayonen coles aiciones “filántrópices” de la familia Ortega, Inditex -qu’anguaño rexistró un beneficiu récord de 8.000 millones, un 41% más que l’añu anterior- nun atopa sueltu para pagar decentemente a les sos “neñes», como denomina la mesma empresa a les trabayadores de tienda. Colo qu’ingresen los principales accionistes n’un día, tendríen pa pagar la xubida de les/os sos 165.000 trabayadores globales. Nes sos fuelgues y protestes piden una xubida de 500 euros al mes, que namái significaríen 250 millones añales a la empresa, anque s’aplicara a les 46.000 emplegaes n’España. En llugar d’eso, l’empresariu “modelu” nun parte dividendos coles trabayadores que tán xenerando esa riqueza. A les compañeres dependientes, a les que’l salariu da-yos pa malvivir 15 díes, niéguense-yos tamién les ayudes que recibe’l restu la plantiya. La brutal fendedura salarial n’Inditex, emblemática de los sectores feminizados, amás incumple la equiparación salarial na mesma categoría, sacantes n’A Coruña, onde ganaron el conflictu.

Teniendo’l gobiernu más progresista de la hestoria:

  • Una de cada dos muyeres trabayadores nel nuestru país cobramos namái el salariu mínimu.
  • Quítanos el derechu a una pensión pública por aciu una combinación de Llei Escrivá con pseudonegociación colectiva.
  • Quítanos dineru de la nuesa xubida por conveniu pa planes privaos de pensiones.
  • Nun se nos garantiza’l derechu a la interrupción voluntaria del embaranzu nel nuestru centru públicu de referencia.
  • Mientres crecen los beneficios de les empreses y los sos dividendos, los salarios de les trabayadores reculen.
  • Cada vez tenemos que dedicar más parte del nuestru sueldu a farmacia, sanidá, vivienda, educación, alimentos y enerxía.
  • Cuando se fraya’l nuesu derechu a la llibertá sindical y a la defensa frente al acosu, el poder executivu mira pa otru llau y  el xudicial castíganos.

Énte les sos violencies, Unión y Aición.
Organízate en CNT, feminismu de clas y combativu.

Materiales: Cartel | Facebook | Twitter | Instagram

RSS
Follow by Email
WhatsApp