9. En el campo

En los acuerdos del V Congreso este apartado comenzaba señalando la necesidad de “formar  las Federaciones de Sindicatos de Campesinos para que coordinen las luchas concretas frente a los problemas que les mantienen como trabajadores relegados”. Hay que reconocer que poco se ha avanzado en este sentido (excepto casos puntuales como la Federación Campesina de Andalucía en las décadas de 1980 y 1990). Vista la realidad sindical de nuestra actuación en este sector cabe preguntarse por qué cayeron en el “olvido” estas propuestas del V Congreso en relación a lo agrario.  
 
Analizando la situación actual hay diversos motivos por los que no se ha avanzado en este sentido. Les trabajadores del sector primario han descendido en número sustancialmente  a la par que se ha producido el avance de la mundialización y la tecnologización (el Estado, con la excusa de “modernizarnos”, ha contribuido activamente a este proceso), y por otro lado la poca implantación actual de nuestra organización en el campo ya que a duras penas mantenemos sindicatos en los núcleos urbanos. Por tanto, estos objetivos cuyo peso principal habría de recaer principalmente en las Federaciones de Ramo de Campesinos han ido con el paso del tiempo cayendo en el olvido, por lo que debemos, antes que nada, impulsar la formación de sindicatos del sector que serán los que puedan recuperar y actualizar estas  reivindicaciones fundamentales, así como de ir potenciando diferentes iniciativas y proyectos rurales y colectivistas. La realidad es que muches compañeres trabajan o han trabajado eventualmente en vendimias, cosecha de la oliva y otros trabajos temporeros como medio de supervivencia y que en Andalucía, sean cuales sean las tendencias, aún quedan medio millón de jornaleros del campo.  
 
Además de la situación laboral y sindical de este sector en concreto no hay que olvidar que para todes les trabajadores la producción de alimentos, como necesidad más básica y perentoria, y por tanto el sector agrario, es imprescindible para cualquier cambio social, y aunque no corren buenos tiempos con respecto a la conciencia de clase, sucesos como los que se están dando actualmente en el Estado Griego nos dan una llamada de atención a lo que nos puede acontecer a la vuelta de la esquina en relación a situaciones económicas extremas. 

En general

9.a) La CNT denuncia:
 
9.a1. La privatización de la tierra, los recursos naturales y la vida en general como causa fundamental de la pobreza y el hambre así como de la pérdida de biodiversidad y del deterioro del Planeta.
 
9.a.2. El acoso sistemático contra las comunidades rurales e indígenas por parte de gobiernos y empresas que pasan por encima de los derechos ancestrales de los pobladores con el único fin de saciar su interés especulativo de enriquecimiento particular.
 
9.a.3. La usurpación por parte de los capitalistas del derecho a la alimentación de las personas y a la soberanía alimentaria de los pueblos.
 
9.b) Y se compromete a:
 
9.b.1.Seguir fomentando el asociacionismo tanto entre los campesinos como entre éstos y el resto de los trabajadores como vía para la mutua ayuda en la defensa ante las agresiones empresariales y en aras de la sustitución del sistema de mercado capitalista (sea libre o intervenido por el Estado) por el comunismo libertario.

9.b.2.Luchar activamente contra la expansión del capitalismo agropecuario, y sus principales exponentes contemporáneos como los OGM,  por los métodos que nos son propios.
 
9.b.3.Favorecer el intercambio directo de bienes y servicios entre las colectividades de productores agropecuarios libremente asociados y las iniciativas de consumo responsable, haciendo de la soberanía alimentaria una realidad autogestionada sin el concurso de estados o emporios empresariales.
 
9.b.4.La CNT y sus sindicatos se reforzarán hacia este sector tanto en su zona de influencia como en aquellas sin presencia pero con movimientos agraristas organizados que pudieran ser aliados e incluso miembros de la Organización.   
 
9.b.5.El papel de la CNT pasa también por desenmascarar al capital como primer causante de los flujos migratorios en contraposición a aquellos que escudándose en la defensa de los derechos de los trabajadores autóctonos fomentan la xenofobia y el racismo.
 
9.b.6.Promover la ponencia “La Asociación Internacional de Trabajadores ante el problema del campo en el siglo XXI” al próximo Congreso de la AIT, siempre que no cambie sustancialmente la situación agraria mundial con las siguientes modificaciones: eliminar alusiones a nuestros propios congresos, sustituir CNT por AIT y sindicatos por secciones así como incorporar este párrafo entero  a las propuestas generales:  
“Ante los flujos inmigratorios en los campos europeo y norteamericano surge la necesidad de una comunicación fluida directa entre las secciones en cuyos países se inician estos movimientos.  Sin olvidar que estos mismos países con fuerte inmigración de mano de obra agraria son también foco de emigración, aunque en otros sectores: sociosanitario, enseñanza… Por lo que se habrá de  incidir no sólo en los inmigrantes sino también en los emigrantes, mano de obra desprotegida y desorganizada en su destino que no sólo se ve perjudicada en primera persona sino que también sirve como excusa para la pérdida de derechos de todos los trabajadores”.   

9.c) Equiparación campo-ciudad
 
9.c.1.Abolición inmediata del Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social, equiparando a los jornaleros agrícolas con los trabajadores de la industria y servicios en el Régimen General por suponer una discriminación totalmente injustificada respecto del principio de igualdad entre trabajadores, a la vez que se señala la necesidad de una humana concepción de la Seguridad Social que en coherencia con nuestros principios debe dirigirse hacia formas no estatales y autogestionadas de la salud.
 
9.c.2.Creación de las Bolsas de Trabajo por los Sindicatos Campesinos (en el sentido que le daba el movimiento obrero en sus orígenes a las Bolsas, no en el sentido actual en que se trata de listas de empresas privadas o de la Administración donde apuntarse para que te den trabajo). Estas Bolsas Sindicales gestionarían las condiciones de contratación de jornaleros, para evitar todo tipo de discriminaciones por origen (condiciones de trabajo de les trabajadores inmigrantes), género (discriminación por salarios y tareas), listas negras y el vergonzoso espectáculo de la contratación en los bares y rotondas de los pueblos por parte de patronos e intermediarios. Combatir y denunciar la perniciosa acción de intermediación de empresas de servicios y ETTs.
 
9.c.3. Cultivo en régimen colectivo de las tierras abandonadas y creación y búsqueda de canales de distribución de los productos de la tierra incautada por los jornaleros.
 
9.c.4. Reducción de la Jornada laboral (implantadas ya las 6 horas en algún sector del campesinado como el olivar andaluz) y adecuar la jornada a la estación (evitando el exceso de frío o calor). Negativa a la aceptación de horas extraordinarias y de trabajos a  destajo por su contribución a la extensión del paro.
 
9.c.5. Eliminación o en su defecto control de productos químicos altamente contaminantes y     perjudiciales para la salud. Exigir los medios para manipularlos con seguridad.
 
9.c.6. Adelantar la Jubilación con una pensión equiparable a la de los demás sectores y que permita una vida digna (Régimen General de la Seguridad Social).
 
9.c.7. Exigencia de la implantación general de la equiparación de salarios y tareas entre hombre y mujer.
 
9.c.8. Transformación de la estructura del cultivo, de modo que se adapte la forma productiva bajo los criterios de la agroecología aumentando así la calidad de los productos, la mano de obra y el respeto a la naturaleza.
 
9.c.9. Comercialización directa y creación en el campo de industrias limpias de transformación y conservas.
 
9.c.10. Equiparación de servicios educativos y de salud para acabar con la discriminación en las condiciones de vida con el medio urbano (cierre de colegios y grandes tiempos de transporte para recibir atención que incluso obligan a la mudanza definitiva). En suma, viviendas higiénicas y comunicaciones que acaben con la sensación de ghetto y aislamiento en la que vive el medio agrícola.
 
9.c.11. Aumentar la población de las zonas rurales y reducir la población de las ciudades por motivos de mejor calidad de convivencia, menos gasto energético y daño ambiental, así como una mayor salud física.
 
9.c.12. Oponerse a las subvenciones agrarias y, mientras existan, que no vayan dirigidas a las grandes explotaciones agropecuarias.

9.d) Hacia la transformación social
    
 
En CNT no podemos perder de vista nuestras finalidades últimas para ir dando desde ya los pasos necesarios que en un futuro hagan posible una auténtica transformación de la vida en sociedad que creemos pasa por recuperar elementos válidos de la ruralidad como:  
 
9.d.1.La resocialización de todas las tierras concejiles y de manos muertas que les fueron arrebatadas al pueblo por las leyes desarmortizadoras del siglo pasado así como de infinidad de cotos de recreo, campos de golf y de las tierras excedentes de los grandes propietarios entre los que se incluye a las diversas Instituciones del Estado.
 
9.d.2.Que las tierras resocializadas sean cultivadas en régimen de colectividad o individual (en cualquier caso sin asalariados) de manera horizontal y en unidades de producción de extensión y entidad suficientes para subvenir a las necesidades del colectivo en un status de vida digno.
 
9.d.3.La base de estas formas de producción ha de ser una vida donde lo comunitario y todo lo colectivo supere las formas individualistas actuales sin menoscabo del desarrollo de la potencialidad y libertad de cada persona.

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