A muerto la primera víctima de los submarinos S-80. La tragedia
sacudió ayer al astillero cartagenero pasadas las dos de la tarde. Un
obrero de una de las empresas auxiliares que trabaja en las
instalaciones, cartagenero de 44 años de edad y padre de tres hijos,
falleció al caerle encima una viga de hierro mientras trabajaba en la
grada de una nave donde la empresa naval construye el primero de los
submarinos de la clase S-80 para la Armada Española.
El Teléfono Único de Emergencias ‘1-1-2’ recibió una llamada a las
14.20 horas alertando que un trabajador había quedado atrapado bajo una
máquina. Al lugar acudieron bomberos del Servicio de Extinción de
Incendios y Salvamento del Ayuntamiento de Cartagena y una Unidad Móvil
de Emergencias (UME) del Servicio Murciano de Salud. Los servicios de
emergencias no pudieron hacer nada, ya que cuando llegaron el
accidentado había fallecido a consecuencia de las graves heridas que
sufría.
El incidente fue comunicado al Instituto de Seguridad y Salud Laboral
de la Región de Murcia, responsables directos de las investigaciones.
La familia del operario estudia en éstos momentos si emprender acciones contra la empresa responsable de las instalaciones.
La Confederación Nacional del Trabajo queremos mostrar todo nuestro
apoyo a los familares de José María Ruiz, el operario que resultó
mortalmente herido en las instalaciones de Navantia. A la espera de la
búsqueda de pesquisas y pruebas concretas de lo acahecido al trabajador,
queremos mostrar nuestra conmoción y absoluta indignación escribiendo
éste comunicado, ofredeciéndo nuestro total apoyo a los familiares.
Por el momento se sospecha que al trabajador le fueron encargadas
tareas para las que no estaba preparado para realizar, sin alguna
formación específica previa.
Desde la CNT denunciamos el desaforado empeño por la construcción e
inicio de obras de los submarinos de clase S-80, esos submarinos que nos
han vendido como «la salvación de los astilleros cartageneros».
Como venimos vaticinando y denunciando desde la reconversión de
principios de los noventa, el único futuro de producción que aguarda a
los Astilleros cartageneros de Navantia se encauza a la total
dependencia de construcción buques y submarinos militares, y a las
reparaciones de pecios de multimillonarios y grandes fortunas mundiales,
dejando atrás otras funciones del astillero y obviando alternativas
viables de construcción naval no militar.
Accidente laboral, terrorismo patronal.
CNT Cartagena
