Crónica de los actos del 14 y 15 de agosto en Badajoz

Como colofón final de las Jornadas Antifascistas realizadas en Badajoz y Zafra, y organizadas, entre otros colectivos, por CNT, Ateneo Libertario de Zafra y CSOA La Brecha, hubo el día 14 una manifestación en la capital pacense en la que unas 200 personas mostraron su rechazo al nazi-fascismo y recordaron los sucesos de 1936 con un ¡! ni olvido, ni perdón !

La colorida manifestación, al llegar al Palacio de Congresos, lugar que antes ocupaba la plaza de toros de tan infaustos recuerdos, se dio por finalizada y se leyó el comunicado conjunto:

El día 25 de marzo de 1936, un terremoto de lucha popular sacudió Extremadura. Durante la madrugada de ese día, bajo un aguacero y al grito de ¡Viva la República! por las fuerzas republicanas y ¡Tierra y Liberta! por los anarcosindicalistas,’ decenas de miles de campesinos y campesinas sin tierra (alrededor de 80.000 según las fuentes más fidedignas), de forma pacífica y sin que se produjera incidente alguno con propietarios o fuerzas del Estado, recuperaron más de tres mil fincas que sumaban casi 250.000 hectáreas en prácticamente todos los términos municipales de nuestra tierra, en lo que, sin lugar a dudas, constituye una de las mayores movilizaciones populares de nuestra historia.

Este hito sin precedentes fue organizado y puesto en práctica por los centros obreros de cada localidad en unos momentos de gran efervescencia política y social, un mes después de que el Frente Popular obtuviera el triunfo en las elecciones y se abrieran nuevas perspectivas y expectativas entre las capas populares que no estaban dispuestas a permitir, de nuevo, que sus anhelos y sueños se vieran truncados por la lentitud en la puesta en práctica de las reformas.

En Badajoz, estos hechos tuvieron como consecuencia una de las represiones más cruentas de toda la Guerra Civil española. La tarde del 14 de Agosto de 1936, 2.250 legionarios, 750 regulares marroquíes y cinco baterías de artillería, al mando del Teniente Coronel Juan Yagüe, y tras bombardear la ciudad por tierra y por aire con aviones del régimen fascista de la Italia de Mussolini, consiguieron romper la defensa de la ciudad defendida por 3.000 milicianas y milicianos republicanos, anarcosindicalistas, anarquistas, comunistas y socialistas, muchos de ellos braceros que habían participado en la recuperación de las tierras meses antes y de unos 500 soldados leales a la legitimidad republicana.

Es posible que Badajoz sea la ciudad española en que, en relación con su población, un mayor número de personas fueran asesinadas a consecuencia del golpe militar y de la masacre realizada tras su ocupación en agosto de 1936. El cementerio de San Juan, la vieja plaza de toros y otros lugares de la ciudad, pertenecen a la historia silenciada y oculta de Badajoz. En estos lugares fueron asesinadas muchas personas que pasaron luego a las fosas comunes abiertas en el interior de dicho cementerio, hechos de los que existe documentación gráfica, como son las imágenes captadas por el cámara periodista francés René Brut que dieron la vuelta al mundo.

Aquel 14 de agosto, la ciudad cayó en manos de las fuerzas dirigidas por los generales traidores a la República que, bendecidos por el clero y aplaudidos por la oligarquía, desencadenaron una represión cruenta con base en el calculado plan de exterminio que los sublevados tenían previsto desde el principio, represión que todavía hoy está grabada a fuego en la memoria colectiva del pueblo de Badajoz.

De los muchos testimonios recogidos en el libro del historiador Francisco Espinosa, La columna de la muerte, destaca el de un médico que más tarde pudo llegar a zona republicana y que relató los hechos así:

El ataque por parte de los facciosos de la gran columna con moros y legionarios procedentes de Andalucía comenzó con una tan terrible preparación artillería y aviación y con un bombardeo tan horroroso y prolongado que la población, aterrorizada y cogida casi por sorpresa, se dejó dominar por el pánico entregándose a los invasores. La entrada de éstos en Badajoz fue algo terriblemente espantoso. El saqueo, los atropellos de toda clase a la población civil, los asesinatos de gente indefensa, etc., fueron la nota constante. Esta ignominia culminará con el fusilamiento de centenares de obreros en la plaza de toros por los falangistas, tal como ha explicado la prensa mundial. El número exacto de víctimas a día de hoy sigue siendo un enigma, aunque la más aceptada es la del propio artífice de La Matanza, que confesó al periodista americano John T. Whitaker: “Claro que los fusilamos. ¿Qué esperaba? ¿Suponía que iba a llevar a más de 4.000 rojos conmigo mientras mi columna avanzaba contra reloj? ¿Suponía que iba a dejarlos sueltos a mi espalda y dejar que volvieran a edificar una Badajoz roja?”

Hechos como los acaecidos hoy 78 años, cuyo fin no es otro que instalar un régimen de represión, persecución permanente y asesinato contra la construcción de poder popular en las etapas históricas en que la careta de falsa democracia no es capaz de esconder la explotación y el robo clamoroso que sostiene el sistema capitalista para el mantenimiento de los privilegios de unos pocos a costa de la mayoría trabajadora. A día de hoy, cuando se derrumban las fantasías de la prosperidad capitalista ante una crisis económica sin precedentes que el propio mercado ha provocado, el antifascismo tiene que contribuir a la recomposición de fuerzas populares para organizar la respuesta colectiva a los ataques del poder, entendiendo que el origen de la institucionalidad actual del Estado español no se encuentra en el apaño constitucional del 78, sino en la victoria del bando nacional-católico en 1939. Esa es la razón por la cual las instituciones y las organizaciones de la base social del régimen intentan borrar nuestra memoria, es por eso que aquellos que se dicen “socialistas” derribaron la Plaza de Toros en 2002, es por eso que el Ayuntamiento franquista de esta ciudad tiró y reconstruyó las tapias del cementerio donde asesinaron a los defensores de nuestra libertad. Y es que, como dijo Fraga (fundador del Partido Popular), «El franquismo ha sentado las bases para una España con más orden. De hecho, no hay más que comparar la España de hoy con la de los años treinta.» Este es su orden y esta es su España.

Por todo ello, pensamos que el combate antifascista debe tener por objetivo hoy, como ayer, la construcción de una sociedad diferente, diametralmente opuesta al proyecto del capital internacional,  de la oligarquía española y los caciques, en la que la tierra sea para el pueblo, en la que la economía esté en manos de la clase trabajadora y se encuentre al servicio de toda la población en vez de servir a los intereses de una minoría parásita; una sociedad en que la igualdad de derechos de hombres y mujeres sea un hecho y no una declaración de intenciones sobre el papel, sin discriminación por razón de nacionalidad, raza u orientación sexual; una sociedad sin imperialismo, que permita la autodeterminación de todos los pueblos (también de las distintas nacionalidades del Estado español) y el mantenimiento de nuestras culturas, lenguas y naturaleza.

El Fascismo en la actualidad no es exclusivamente la ideología de unas pequeñas bandas criminales, si no de aquellos partidos al servicio del capital (y muchos países de la U.E.) lo ha convertido en política de estado con sus políticas criminales de recortes sociales, en sanidad, educación, etc…

Diseñadas exclusivamente para provocar miedo y esclavitud en las clases más desfavorecidas con la intención de beneficiar ideológica y económicamente a una minoría capitalista y que, sin embargo, posee casi toda la riqueza existente. Como antifascistas, somos en consecuencia anticapitalistas, pues como ya se preguntó Bertolt Brecht, “¿de qué sirve decir la verdad sobre el fascismo que se condena si no se dice nada contra el capitalismo que lo origina? Una verdad de este género no reporta ninguna utilidad práctica.”

El mejor homenaje continuar la lucha.

NO OLVIDAMOS, NO PERDONAMOS.

EXIGIMOS JUSTICIA Y REPARACIÓN

¡NO PASARAN!

Una vez leído el manifiesto tuvo lugar la impresionante actuación de Sergio Román (Poético Lagarto) y sus compañeras y compañeros presentando el drama La Matanza. Durante más de media hora, y siguiendo los textos de los periodistas que narraron los sucesos del 14 y 15 de agosto de 1936, estos pedazos de interpretes nos pusieron la piel de gallina y llorar.

También estuvo presente tanto en la manifestación como en la representación teatral el músico pacense Miguel Caldito.

Y ya el día 15, en las tapias del cementerio viejo de Badajoz, que el ayuntamiento hizo nuevas para tapar los agujeros de las balas con las que el fascio falangismo hispano segó la vida a varios miles de personas, un pequeño grupo de personas hicieron una ofrenda floral y poética a los fallecidos. Dato anecdótico es que un músico que estaba por allí, con su violonchelo, que venía con los social-listos, no le importó tocar para nosotros.

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