«La infiltración busca controlar las disidencias al sistema»

Entrevista a Paco Puche, militante ecologista e investigador sobre la infiltración del capital en los movimientos sociales.

L. Martínez | Periódico CNT

Ilustración: Joan Turu

Pregunta.- ¿Cómo se infiltra el capital
filantrópico en los movimientos sociales?

Respuesta.- Hay que
empezar diciendo que el fenómeno de cooptación de dirigentes e infiltración en
los movimientos sociales de resistencia o alternativos, es un acontecimiento
que empieza en los ochenta. Es por tanto una política diseñada y planificada.
No es conspiranoia como se acusa a los que denunciamos. El cómo se infiltran
vamos a concretarlo en las fundaciones del gran capital llamadas AVINA y
Ashoka, que son las más activas en España y Latinoamérica. La forma  más llamativa es la cooptación de líderes de
esos movimientos con cierto desparpajo. Tienen unos ojeadores o nominadores,
que presentan candidatos a los que, después de cinco rigurosos  filtros, los nombran emprendedores sociales (o
socios-líderes) y, o bien les pagan, descaradamente, un sueldo durante  tres años de unos  1.500 euros, diciéndoles a qué se han
dedicar,  o bien los pasean por medio
mundo, promocionando indirectamente empresas, mientras les dejan dar sus
charlas a los invitados por las filantrópicas.

P.- ¿Qué buscan las entidades que lo
hacen?

R.- Buscan legitimidad, información, negocio con los pobres e introducir confusión en los movimientos
sociales para controlar las disidencias al sistema. En el caso de Avina su
fundador, el magnate suizo  Schmidheiny,
busca, además, librarse de la imagen de genocida que  la sombra del amianto se cierne sobre él por
donde pasa.

P.- ¿Quién está detrás de ese capital?
¿Qué casos hay en España?

R.- Siendo muy sintéticos diremos que Avina está vinculada al
magnate suizo S. Schmidheiny, que debe su fortuna al criminal negocio del
amianto. Decimos, que todos aquellos que han recibido dinero y otras prebendas
de esta fundación (y después de conocerla, no la han rechazado) se llevan la
maldición del polvo del amianto en sus entrañas. No hay que insistir, amianto
(uralitas) es el causante de la mitad de los cánceres de origen laboral y mata
cada año a más de 150.000 personas por el mundo. Ashoka, su aliada estratégica,
procede del gran capital y, entre otros galardones, luce el ser uno de los
socios de Monsanto/Gates para implantar en África un programa de semillas
transgénicas. Por esta razón la Plataforma
Rural (entidad formada por lo más granado del movimiento
agroecológico español), ha llamado a esta actuación “un intento asesino”.¡Sorpresa!;
cual no será la confusión en la que se anda que esta misma Plataforma Rural,
implacable con Ashoka, ha estado unos 15 años presidida por Jerónimo Aguado,
financiado por Asoka durante tres años, mes a mes (y también por Avina). Este
hecho es una muestra palmaria de la facilidad con la que el filantrocapitalismo
(así llamada a esta actividad de las fundaciones del gran capital) penetra a
los movimientos sociales sedicentes alternativos y anticapitalistas. En España,
de momento, se conocen hasta 21 grupos más o menos alternativos en los que: o han
nombrado emprendedores, o socios, o han financiado, o están presentes en
puestos representativos, o han tenido colaboraciones estrechas. Entre ellos
algunos tan nombrados  como la Universidad Rural
Paulo Freire, Greenpeace, REAS, Fiare, Cifaes de Amayuelas, IU, Plataforma Rural,
Fundación Nueva Cultura del Agua, SEO, Fe y Alegría, ACSUR las Segovias, Red
Calea, CNT, etc. Efectivamente, hasta en la propia CNT Ashoka ha tenido una
notable e injustificada presencia. Es muy sutil y profunda  la penetración en muy poco tiempo.Y comprometidos
nombres de prestigio, que duele el nombrarlos, algunos como Jerónimo Aguado y
Pedro Arrojo,  ya mencionados, Victor
Viñuales, Ainhoa Zamora, Sandra Benveniste, Beatriz Fadón, Xavier Pastor, Miren
Gutiérrez, Leonardo Boff, etc. Lamentable espectáculo.

P.- ¿Qué organizaciones han
recibido dinero de este capital? En uno de tus artículos mencionas a la CNT, ¿podrías contarnos qué
sucedió?

R.- No
es solo cuestión de dinero, aunque por supuesto que haberlo hailo, son relaciones, cursos,
oportunidades, encuentros, formación, asesoramiento, viajes, contactos, etc.
Pedro Arrojo, por ejemplo,  se sentía muy
orgulloso de haber estado codo con codo con el presidente del Banco Mundial en
un encuentro de élites financiado y propiciado por su cooptador, el  fundador de Avina Stephan  Schmidheiny, el genocida del amianto. Este
personaje, que hoy lidera de nuevo movimientos en defensa del agua pública,
nunca ha denunciado públicamente al matarife del amianto, su cooptador. Qué
credibilidad puede ofrecer. En el caso de CNT el asunto es más sutil, todo esto
tiene también algo de sutil, se ha tratado de facilitarle  a Ashoka publicidad en vuestros órganos de
difusión. Por ejemplo, que yo sepa ha habido sendas entrevistas a
«emprendores» en artículos publicados en las contraportadas de los
números 381 y 382 de agosto-septiembre y octubre de 2011, respectivamente. En
concreto se entrevistó a Jean Claude Rodríguez Ferrera y Raül Robert, ambos
«emprendedores Ashoka». Pero lo más llamativo ha sido una editorial
enigmática  en el número 366 de abril de
2010, en donde sin venir a cuento se hacía  una defensa cerrada de Jeromo, Beatriz Fadón y García Allut,  tres
eminentes emprendedores Ashoka, para decir que a los angelitos los habían
engañado en su presencia en un video de apoyo a Zapatero. Para hacer esto hay
que tener buena mano dentro de la revista.

P.- ¿Los movimientos sociales
afectados son conscientes de lo que sucede? ¿Qué ha sucedido cuando lo han
descubierto? ¿Has tenido que ver o sufrir represalias por ello?

R.- La
lucha contra el filantrocapitalismo la empezamos hace ya más de cinco años.
Entonces la gente de los movimientos no conocía nada de esto. Hoy todo el mundo
la va conociendo y Avina y Asoka andan en retroceso en los movimientos
sociales. La recepción de este escracheado dentro de los propios movimientos
sociales fue de rechazo, de matar al mensajero Falta de hábitos autocríticos y
de dirigentismo intocable.  En concreto
se nos ha censurado artículos en revistas alternativas y se nos ha
difamado  en Internet. Termino con esto:
se puede ver en Internet, en la entrada “manifiesto infinito”, cómo desde la
dirección de la COAG
y de los grupos que integran la Plataforma
Rural han tratado de silenciarme. En efecto, bajo la burda
argumentación de que estaba montando una campaña de mentiras contra el bendito
Jeromo, por denunciar la penetración de las fundaciones en los movimientos
sociales con nombres y apellidos, se proponía que: «para ahogar estas
falsedades nace este manifiesto infinito (…). Cada comentario será un anexo que
convierta al manifiesto en catarata». No exagero cuando invoco la metáfora del
silenciamiento por asfixia. Raúl Contreras, un eximio miembro de Ashoka,
escribía en el citado manifiesto: «Yo también soy Jeromo
(Aguado). Y lo soy porque es MI AMIGO, porque además lo nominé para su
selección por Ashoka y porque comparto el cartel y la foto. Porque ambos hemos
conocido a tantas personas y tantos proyectos impresionantes que forman esa
otra familia, Ashoka, que sólo encuentro motivo de alegría». Queda claro.

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