La situación del bachillerato nocturno en Cataluña y en Madrid. El paso a paso en la privatización y mercantilización de la enseñanza pública.

En el mes de mayo, Cataluña fue testigo de otro de tantos intentos de recorte de derechos por parte de su gobierno “progre”. El conseller de educación de la Generalitat, Ernest Maragall (PSC-PSOE), intentó abolir el Bachillerato Nocturno del programa educativo. Sus argumentos no son otros que la falta de demanda de alumnos, que sólo el 40% del alumnado superaba los estudios con éxito, el desequilibrio territorial y la insuficiencia que presenta esta modalidad dentro de la supuesta calidad del sistema educativo. Con esta medida, el gobierno intenta impulsar el llamado IOC (Institut Obert de Catalunya) o educación a distancia, puesto que ofrece estudios a distancia, a través de Internet; pudiendo ser una forma más de llevar a cabo una serie de estudios, pero sin ser ni mucho menos la panacea para mejorar el desarrollo ni la oferta educativa a gente trabajadora que quiera ampliar su nivel de conocimientos o estudios.

Masivas fueron las concentraciones en Barcelona y en otro lares de Cataluña de diferentes sindicatos y asociaciones de padres y alumnos, hasta que se llegó a una chapuza de acuerdo por parte de los sindicatos amarillos y el gobierno: abolir parcialmente la oferta del bachiller nocturno en la mayoría de los institutos catalanes. Finalmente la Conselleria mantendrá esta modalidad de estudios en la mitad de los institutos donde estaba; de 46 institutos se reduce a 26. Los demás centros impartirán sólo el segundo curso y posteriormente dejarán de ofrecer este servicio.

Una de las zonas más afectadas por esta medida, por poner un ejemplo, es el municipio de Rubí, población de mas de 80.000 personas donde se pretende eliminar el único centro donde se imparten la modalidad de bachillerato nocturno viéndose afectados la totalidad de usuarios de este servicio. La sección de Enseñanza e Intervención Social de la Federación Local de Sindicatos de CNT-AIT de Terrasa ha sido el único sindicato que se ha preocupado por este tema, cuando los demás han hecho oídos sordos a las protestas de los usuarios de este centro. Los compañeros han realizado varios actos de protesta ante la plaza del ayuntamiento exigiendo que no se retire esta modalidad de bachillerato y que dejen de recortar derechos y servicios públicos que son de todos los ciudadanos.

Al igual que a los habitantes de esta población, esta medida afecta a millones de personas de toda Cataluña, sobre todo trabajadores que necesitan ampliar su nivel académico, o que quieren cambiar y tener nuevas perspectivas laborales, o que simplemente quieren aprender por aprender. El trabajo para la gente humilde es una cuestión de primera necesidad y la manera que tiene el gobierno “progre” catalán de apoyar una de las necesidades básicas del ser humano, el potencial desarrollo de su intelecto y de su persona ampliando nuevos horizontes, es diciéndoles que estudien en su casa y que si eso, de vez en cuando, se pasen por el instituto base de la modalidad de educación a distancia y disipen las dudas que puedan tener. Estas necesidades de la gente humilde es algo que un político, desde su despacho con aire acondicionado y buenas vistas, nunca podrá apreciar, ya que en su vida ha dado un palo al agua.

Pero… ¿pasa ésto sólo en Cataluña?

Que el conseller de educación de la Generalitat Catalana no tenga suavidad y delicadeza a la hora de cargarse los derechos sociales, no quiere decir que esas mismas políticas no se estén realizando en otros lugares de España. En Madrid, el gobierno del PP lleva años intentando cargarse el bachillerato nocturno. Por todos es sabido el intento de privatización de la Enseñanza Pública Madrileña, y la enorme respuesta que ha tenido por parte del pueblo en contra de este atropello a los derechos básicos de las personas cuando han visto que las aguas fecales les llegaban al cuello.

Los institutos con la modalidad de Bachillerato Nocturno que existen en Madrid se están viendo reducidos drásticamente. Sucesos extraños están ocurriendo dentro de ellos: se pierden las matrículas de los alumnos del nocturno extrañamente, se ceden los servicios como aulas para cursar las asignaturas optativas, falta de personal de servicios, destitución de su puesto a todo aquel que se queje ante estas valiosas iniciativas provocando malestar entre los trabajadores y alumnos y, por consiguiente, la bajada del rendimiento y de la calidad de la Enseñanza. Aunque en Madrid, para el gobierno de Aguirre no sea prioritario el cese de este servicio, sí que tratan de “criminalizarlo”  vendiéndolo a la opinión pública como un estorbo, más que como una forma de tener acceso a la educación para los trabajadores y todo aquel que desee ampliar conocimientos. A la hora de pedir responsabilidades a los supuestos órganos democráticos de participación de los centros (consejo escolar) y a la directiva del centro, la respuesta tanto de uno como de otros es que el bachillerato nocturno no va a desaparecer, pero el argumento que te ofrecen es muy similar al que ofrece el señor Ernest Maragall.

Como llevamos sufriendo ya años, la deriva de cualquier gobierno, se declare de izquierdas o de derechas, en la sociedad capitalista, es ceder cualquier derecho que tenga el ser humano a la gestión de empresas privadas vinculadas a familiares y amigos de los mismos políticos de turno o la supresión de ese derecho. El bachillerato nocturno es una modalidad de estudio de años de práctica que actualmente los políticos se quieren quitar de encima, dejando el estudio a distancia como la única manera de poder estudiar alternativa a los estudios diurnos. Los estudios a distancia tienen un alto porcentaje de fracaso, son bastante duros y poca gente los logra acabar, mientras que en el bachillerato nocturno, en Madrid, por poner un ejemplo claro, la gente llega a salir mucho mejor preparada de la modalidad gracias a sus características propias, dando resultados mucho más positivos que los que puede dar el bachillerato diurno.¿No será que algo falla en el modelo educativo de este país? La única base para frenar el proceso de privatización que se nos viene encima no es votar a otro partido y desentenderse, es cuestionar las mismas bases del sistema económico capitalista y actuar consecuentemente. Los partidos políticos y los sindicatos subvencionados no son más que otro brazo del control social, porque aunque vayan de muy progres e izquierdosos, sólo consiguen retrasar, pero no paralizar lo que poco a poco, va a ser inevitable: la mercantilización de la enseñanzas media, como ya está pasando en la universidad.

Secretaria de Prensa, Propaganda, Cultura y Comunicación
Sindicato de Enseñanza e Intervención Social de CNT-AIT Madrid

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