Preparando el golpe de estado en la informática gallega

El sábado día 13 de junio se reúne en asamblea el CPEIG (Colegio Profesional de Ingenieros/as  Informáticos/as de Galicia) con el objetivo de encaminar sus estatutos hacia una futura situación  legislativa en la que puedan imponer su visión de la informática a todo el sector profesional gallego.

Entre   las   lindezas   que  encontramos   en   los   estatutos   están:   la   colegiación   obligatoria   (art.   4.1),  ordenación   de   la   profesión   y   representación   en   exclusiva   de   la   voluntad   de   tod@s   (art.   5.1.a),  perseguir   a   los   que   consideren   «intrusos/as»   (art.   6.m),   deber   y   obligatoriedad   de   visar   la  documentación técnica o facultativa de los proyectos abonando las cantidades correspondientes al  CPEIG (art. 14.d y art. 15), deber de prestar declaración y facilitar información en asuntos de interés  colegial (art. 14.i), dar cuenta de quién ejerce sin título o sin colegiarse a pesar de tener título (art.  14.k) o el régimen disciplinario (art. 51) y las correspondientes sanciones asociadas (art. 52).

Podríamos seguir enumerando los múltiples puntos llamativos que encontramos en esta regulación  “de facto” del sector, pero creemos que será más instructivo y constructivo para tod@s ver lo que se  puede derivar de ello en la práctica informática diaria:  Los que estamos en situación de colegiarnos y firmar proyectos podemos estar contentos, pues de  seguro veremos mejoras en nuestra situación laboral, sobre todo en lo referente al salario. Seguro  que nuestra empresa está encantada con la regulación y la nómina se llena con pluses en concepto  de la nueva e importante responsabilidad que asumimos al firmar un proyecto (art. 15.8). Proyecto  que tendrá que ser visado por el CPEIG, para lo cual la empresa, de nuevo, soltará la talegada para pagar este obligatorio servicio (art. 15.4). Una vez visado el proyecto, éste viajará a los mundos de Producción  y quedarás destinado a no olvidarte de él, pues tú asumiste la responsabilidad legal derivada de su funcionamiento. Pero tranquilo, en la informática nunca hay errores excesivamente «graves» y, en caso de haberlos, para eso está el CPEIG, no para asumir contigo la responsabilidad (art. 15.7), pero sí para personarse en tu causa legal como parte interesada (art. 6.d y art. 13.b) y poner en marcha el típico mecanismo corporativo de defensa basado en la presentación de todo tipo de informes, peritajes… (art. 6.h) que te protegerán. Muy al estilo de como se resuelven algunos casos de negligencia médica, profesión con la que nos gusta compararnos.

Dejemos   por   un   momento   el   grupo   de   los   «elegidos/as»   y   pensemos   qué   sería   de   nosotros   si fuéramos un kurrito/a más: mejoraría nuestra situación laboral? Pues, por qué no? Las empresas, embriagadas  por el afán de regulación de su personal, correrán a actualizar nuestras categorías profesionales, a subir nuestros sueldos, a ponernos en convenios decentes, pagarnos las horas extra, reducir nuestro horario laboral y dignificarnos y tratarnos con el respeto que merece esta profesión.

Lejos   quedarán   los   tiempos   en   que   éramos   tratados   como   trozos   de   carne   sin   derechos.  Claro que, para defender esta nueva situación privilegiada en la que trabajaremos, tendremos que sacrificar   a   muchos   «intrusos/as»,   esa   gente   a   la   que   antes   llamábamos   erróneamente compañeros/as. Esos que no hacían más que estropearlo todo con su labor profesional, los  que tenían   la   culpa   de   nuestra   antigua   precariedad   y   que   eran,   en   su   totalidad,   un   peligro   para   la sociedad.

Así, para garantizar la pureza de la profesión en aras de la calidad del software y del beneficio social, tod@s los/las hermanos/as del CPEIG (art. 6.2) tendrán el deber de chivarse, perseguir y denunciar a aquellas ovejas descarriadas que no cumplan con el catecismo moral dictado por el código deontológico   (art.   14.c),   so   pena,   en   caso   de   no   hacerlo,   de   ser   sancionados   con   la inhabilitación (art. 51.h y art. 52).

Abandonando este repugnante mundo ideal y volviendo a la realidad, nosotros pensamos que la imposición en el futuro de esta normativa en el sector no traerá ventajas para los trabajadores y trabajadoras «de a pie». Tod@s seguiremos más o menos en las lamentables condiciones de siempre y con las mismas ganas de no «meternos en líos». No cabe duda de que habrá beneficiados/as, y no sólo nos referimos a los cargos que el CPEIG va a «liberar» (art. 22.2), sino también a esos pocos gestores/as   de   proyectos   que,   cumpliendo   las   condiciones   de   titulación   y   colegiación,   están actualmente reconocidos por las empresas y que serán quienes asuman la firma de la totalidad de los proyectos desarrollados.

Por otro lado, resulta sencillo adivinar de dónde ahorrarán las empresas el dinero «a mayores» que les costará esta nueva regulación. En este sentido desconfiamos mucho del comportamiento de la patronal gallega del sector (AGESTIC), que tanto entusiasmo y apoyo muestra ante la pretendida regulación. ¿No tendrá que ver en esto la curiosa coincidencia de la pretendida creación en Galicia de fábricas de software con personal «competitivo» que los empresarios definen como «enfoque nearshore»   [INTECO­21/05/2009]   y   que   el   Presidente   del   CPEIG   llama   el   Silicon   Valley   de Europa? [La Voz, 24/02/2009, p.10].

Por último, queremos dejar claras las líneas de actuación de la Sección Sindical Siega de CNT:

•   Recuperar para la lucha la verdadera unidad de los profesionales informáticos (que el CPEIG  se cepilla con falsas polémicas de intrusismo que jamás se vieron en el sector), su libre asociación y la solución a los problemas laborales endémicos de la profesión.
•   La demostración diaria de la valía de cada uno en su puesto de trabajo.
•   La   busca   de   la   calidad   del   software   siguiendo   criterios   de   ingeniería   (¡hay que leer a  Pressman!!)
•   La   libre   difusión   del   conocimiento,   la   oposición   frontal   a   las   patentes,   a   la   propiedad intelectual y a sus gestores, como la SGAE.
•   El   decidido   apoyo   al   software   libre   y   a   su   filosofía,   esa   gran   desconocida   de   much@s profesionales, inventada por el «intruso» Stallman.

Y, por supuesto, la continuidad en la exitosa lucha laboral que desarrollamos hace varios años, como saben «de buena tinta» en el CPEIG, porque la dignidad no servirá para comer pero sirve, por lo menos, para poder mirar a nuestros compañeros/as y familias y no sentir vergüenza.
SI NADIE TRABAJA POR TI, ¡¡QUE NADIE DECIDA POR TI!!
¡¡NO A LAS IMPOSICIONES DEL CPEIG!!

CNT de Compostela

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