Desde CNT de Tarragona
nos complace comunicar una nueva victoria de los derechos de los
trabajadores, cada vez más vulnerados por parte de patrones abusones
y explotadores.
El sindicato presentó un escrito a Grúas Creixell para que
cesaran las continuadas acciones de acoso y maltrato psicológico
con las que la empresa sometía a una trabajadora, la cual además
cursaba una grave enfermedad. Sobra comentar que estos malos
tratos no hacían otra cosa que repercutir negativamente en su salud.
De igual manera, en dicho escrito se exigía también que le
aplicaran la categoría profesional correcta acorde a las
funciones que desempeñaba, que le adeudaran
las diferencias salariales fruto de esta categoría
profesional incorrecta, se recordaba a la empresa que regularizara la
situación de una parte de la plantilla que estaba trabajando sin
contrato y que procedieran
al pago de las horas extraordinarias de forma regular y en nómina,
pues pagaban dichas horas a l@s trabajador@s
cuando les daba la gana (si las pagaban) y encima camuflándolas
fraudulentamente bajo conceptos exentos de cotización en la
Seguridad Social.
Ante este escrito, la
respuesta de la empresa fue impedirle la entrada al centro de trabajo
tras recibir el alta
médica, y acto seguido notificarle por burofax que había sido
despedida por incomparecencia injustificada al trabajo.
No contentos todavía con la sucia jugarreta de no dejarla entrar y
despedirla precisamente por ese motivo que ellos mismos habían
provocado, no tuvieron vergüenza alguna de mandarle una segunda
carta proponiéndole llegar a un acuerdo ofreciéndole
una insultante cantidad de 1000 euros, cuando la trabajadora
llevaba 15 años trabajando en la empresa. Otro ejemplo más de las
chapuzas empresariales y de las intentonas de reírse de la clase
trabajadora.
Ante todos estos hechos
de vulneración de los derechos fundamentales y sindicales se
presentó demanda y llegada la fecha, la empresa no quiso ni entrar a
juicio, ofreciendo la inmediata readmisión de la trabajadora
y los salarios de tramitación desde la fecha en la que fue
despedida injustamente.
Cuando se reincorporó
nuevamente a su puesto de trabajo se personó una Inspección de
Trabajo que había sido requerida desde el Sindicato, y que acabó
multando a la empresa por las irregularidades que seguían
cometiendo, a pesar de que ya se les advirtió en aquél primer
escrito de las consecuencias que podía traer el no poner en orden
las cosas.
Finalmente, y ante el agravamiento de los problemas de salud de la
trabajadora, y previo acuerdo económico muy favorable para ella
(esta vez sí gracias a todas las acciones realizadas), aceptó
finalizar su relación laboral con la empresa.
Este desenlace ha sido
posible gracias a la acción sindical desempeñada por el sindicato
conjuntamente con los servicios jurídicos de dos abogados, uno de
ellos compañero del sindicato y otro personal de la trabajadora.
CNT Tarragona
