La Unión Sindical Italiana, la USI

Segretario Nazionale USI/CIT | Parma (Italia) | Extraído del cnt nº 421

La Unión Sindical Italiana (USI) es un sindicato revolucionario y libertario fundado en 1912, después de una escisión de la CGdL (posteriormente CGIL, Confederación General del Trabajo), sindicato reformista ligado al Partido Socialista. Varios sindicatos de la CGdL rechazaban las elecciones y su modelo sindical centralizado, experimentando otras formas organizativas que confluyeron en el primer Congreso de la USI, en Módena.

La USI funciona internamente de un modo asambleario y federal.

Desde su fundación en 1912 hasta la consolidación del fascismo, la USI llegó a contar con casi 500.000 afiliados, caracterizándose por una acción de base combativa en todos los frentes donde tenía presencia. Desde el punto de vista ideológico partidaria de la neutralidad al estallar la Primera Guerra Mundial, libertaria y antifascista, que pagó con la ilegalización decretada por los fascistas, la destrucción de sus sedes, periódicos y el arresto o el exilio de muchos de sus militantes. Al terminar la Segunda Guerra Mundial se intentó llevar a cabo su reconstrucción, pero la escena política y sindical, al igual que la incomprensión de una parte del movimiento anarquista no lo hicieron posible. Sí fue posible a finales de los años 70, cuando una nueva generación de militantes reactivó la USI.

En la actualidad la mayoría de la afiliación (entre 800 y 1000 personas) provienen de la Sanidad Pública, particularmente en Milán —con cerca de 500—, una ciudad en la que la presencia de la USI en diversos hospitales es histórica. Sanidad USI está presente en Florencia, Parma, Trieste y compañeros dispersos por toda Italia. El sindicato de Sanidad celebrará su Congreso Nacional este mes de octubre en Parma.

Otras secciones relativamente numerosas están en Parma (70-80 afiliados), Trieste (50), Módena (40), Ancona, Reggio Emilia, Bolonia, Florencia y Venecia.

Las secciones deben respetar el estatuto y los principios pero pueden autoorganizarse como mejor les parezca, ya sea como secciones territoriales o en torno al lugar de trabajo.

La USI funciona internamente de forma asamblearia y federal: las secciones deben respetar los estatutos y nuestros principios, pudiendo autoorganizarse como crean conveniente, ya sea como secciones territoriales o en torno al lugar de trabajo. Las decisiones son tomadas exclusivamente por los implicados. Las instancias de toma de decisiones de ámbito nacional son tres: las reuniones de la Comisión Ejecutiva, en las que participan los/as compañeros/as elegidos/as en Congreso, abiertas a la afiliación; los Comités Nacionales de Delegados, que tienen lugar cada tres o cuatro meses; y, el Congreso, que se celebra cada tres años y en el que se participa según reglamento específico.

En las empresas, los trabajadores deciden autónomamente cómo organizarse. Hay lugares en los que se opera individualmente; en otros, allí donde todavía es posible (las últimas reformas laborales limitan las capacidades de esta forma organizativa) mediante la Representación Sindical de Empresa: organismo colectivo representativo de grupos de trabajadores afiliados a un sindicato reconocido que opera en una mismo contexto laboral. En otras empresas, como parte de la Representación Sindical Unitaria (RSU), organismo colectivo representativo de todos los trabajadores de un mismo contexto laboral, que se elige a través de elecciones entre la plantilla. Esta forma de representación ha sido objeto continuo de debate. La postura actual de la USI sigue siendo crítica con la RSU, acordando que la decisión de participar o no es de los trabajadores.

Concentración durante la huelga del pasado abril en el Hospital San Rafael, en Milán, a favor de la sanidad pública, por la contratación fija y mejoras económicas..

Concentración durante la huelga del pasado abril en el Hospital San Rafael, en Milán, a favor de la sanidad pública, por la contratación fija y mejoras económicas..

Los derechos de la clase trabajadora han sufrido un deterioro notable en los últimos treinta años, y, en paralelo, la conciencia de clase y la combatividad laboral se han reducido notablemente, hasta el punto de que la pasividad, la delegación de responsabilidades o el servilismo es la característica principal en el ámbito laboral. También es cierto que periódicamente no faltan generosas tentativas de lucha. La USI procura incentivar estos últimos y si son realizados por otros sindicatos «de base» intentamos solidarizarnos con los mismos.

La legislación actual dificulta al sindicato la negociación con las empresas, sufriendo represión sindical, en particular durante las huelgas, actualmente con más limitaciones legales. En 2014 Confindustria, la CEOE italiana, y los sindicatos mayoritarios, CGIL, CISL y UIL, firmaron una ley sobre la representación laboral que les beneficia a cambio de limitar más el derecho de huelga. Este acuerdo fue firmado por la USB, el sindicato de base más númeroso. La USI convoca las huelgas con los sindicatos que no han firmado este acuerdo.

Las decisiones son tomadas exclusivamente por los trabajadores y trabajadoras implicados.

Las luchas laborales que la USI lleva a cabo son múltiples, aunque gran parte son casos individuales. Tenemos en funcionamiento Ventanillas Sindicales Autogestionadas, estructuradas de diversas formas, en distintas secciones; en Parma, por ejemplo, en 2018 se han llevado un centenar de casos, resueltos de manera positiva en un 95% de las ocasiones.

En todos los lugares en los que la anarcosindical está presente, la lucha, sea de pequeño o gran calado, es una constante. Es el caso del Hospital San Rafael de Milán, donde en abril se convocó una huelga con una manifestación a la que asistieron más de 700 personas, consiguiendo la contratación fija de los trabajadores precarios, varios incentivos económicos así como complementos.

En Trieste, la USI se movilizó contra el desmantelamiento de los servicios de acogida para inmigrantes; en Parma, contra el nuevo contrato de las Cooperativas Sociales. En la Región Marche se está organizando la constitución de un sindicato agrario vinculado al sindicato, que no solo tiene como fin la defensa de los trabajadores del sector, sino que además, se ocupa de desarrollar producciones alternativas.

Por último, cabe destacar la experiencia de Solidaridad Autogestionada, un organismo que, desde una perspectiva libertaria, procura dar ayuda concreta frente a desastres naturales. La experiencia surgió con el terremoto de Módena de 2012, cuando la sección local proporcionó ayuda a la población duramente afectada, y ha continuado durante el terremoto de Le Marche. Entre otras iniciativas, la USI apoyó la huelga general del 8 de Marzo; y como organización históricamente antimilitarista que somos, realizamos periódicamente estudios, debates y jornadas de movilización pacifistas.

La CIT, fundada en 2018 en Parma, es importante por la diversidad de las luchas, para mantener contactos internacionales, intercambiar experiencias, para la solidaridad y poder tener la capacidad de intervenir en conflictos con multinacionales.

Uno de los objetivos de la USI es mejorar la organización interna y, sobre todo, la acción concreta en sindical. Necesitamos secciones activas, presentes con una Ventanilla Sindical operativa, con abogados de referencia y con la posibilidad de acceder a servicios como la solicitud de paro, la asistencia fiscal, etc.

La CIT, fundada en 2018, en Parma, es importante para la USI por varios motivos: por la diversidad de las luchas, para mantener contactos internacionales, intercambiar experiencias, para la solidaridad, para tener la capacidad de intervenir en una escala más grande en conflictos con multinacionales; por otro lado, en una época caracterizada por el retorno agresivo del nacionalismo excluyente, nosotros proponemos, el internacionalismo.El anarcosindicalismo tiene características concretas que deben permanecer: la total independencia de cualquier partido y del estado; el asamblearismo en los procesos de toma de decisiones; la determinación de luchar contra el patrón y el gobierno. Pero ¡el anarcosindicalismo no se impone! Buscamos, en cambio, extender el consenso en coherencia continua con las ideas que profesamos, con todos los límites que tenemos, seguros de que solo el ejemplo y la acción son la mejor propaganda de aquello que pensamos y decimos. Creemos tanto en el anarcosindicalismo que no debemos tener miedo de llevarlo entre la gente, de manera creíble y sin dar nunca un paso atrás en nuestros principios.

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