[BCN] Crónica Festival Jazz y Movimientos Sociales

El día 4 de julio de 2010, dentro de los
actos por el centenario de la CNT se realizó el Festival de Jazz y Movimientos
Sociales. El acto se inició hacia las 17:30h y finalizó en las 20:30h, en el
Parque de la Ciutadella, Barcelona.

La primera actuación fue Biel Ballester
Trio: Biel Ballester (guitarra solista), Graci Pedro (guitarra rítmica) y
Leandro Hipaucha (contrabajo), esta formación, con una amplia trayectoria
dentro del panorama del jazz actual, abrió el festival con el característico
sonido del Gypsy Jazz o Jazz Manouche. Este estilo se da exclusivamente en
Europa y tiene una gran fuerza en Francia, particularmente, es el estilo de
jazz más alejado del norteamericano. Nace de la mezcla del vals mossete estilo
parís con melodías gitanas tradicionales, por lo tanto con un fuerte arraigo en
la cultura popular, se completó con la libertad de improvisación que proporciona
el jazz, dando el toque personal al estilo.

El máximo representante y padre de
este estilo es Django Reinhardt, virtuosos guitarrista y prolífico compositor,
llevó este estilo a su máximo exponente, casualmente este año se conmemora el
centenario de su nacimiento. Biel Ballester Trio pretende no solo mantener la
tradición del estilo, tocando los estándares más conocidos del género, compuestos
por Reinhardt, sino también incorporando las nuevas tendencias marcadas por los
gitanos actuales así como aportar su propio grano de arena al desarrollo del
estilo con temas propios. Con una gran calidad y con una extrema personalidad,
este trío nos ofreció un excelente concierto, que los asistentes pudimos
disfrutar. A pesar del calor de una soleada tarde de verano en el parque de la
ciudadela, y de la hora de inicio, un gran número de gente disfrutó de un
animado, dinámico y virtuoso concierto de gipsy jazz, incitando al baile, a la
escucha de buena música y al acercamiento de un estilo de música minoritario a
la gente.

Mientras la música sonaba de fondo, gran
número de personas paseaban y se detenían ante el espectáculo. Aparte de la
música, la organización rodeó el escenario de diferentes propuestas, paradetas
de merchandising del centenario, y una exposición sobre la historia del
anarquismo de la FELLA. El interés fue grande y se observaba constantemente el
acercamiento de la gente a la historia de la CNT, su trayectoria y a la
ideología anarquista, gran desconocida por un amplio sector de la sociedad
actual. Así pues, la Plaza de las cascadas quedó cubierta de historia rojinegra
durante toda una jornada.

El festival continuó con una magnifica
introducción la actuación de Llibert Fortuny, Gary Willis y David Gomez del
catedrático en historia del jazz Enric Vazquez, profesor en el Taller de Musics
de Barcelona y a la UPC. Éste nos ofreció una charla introductoria al mundo de
la jam session y a su relación con el pensamiento libertario. Explico la
trascendencia de la aparición de un nuevo movimiento musical, el Cordero Bop,
en una época convulsiona después de la 2ª Guerra Mundial. Un contexto de crisis
social y política, que propulsó una nueva manera de pensar dentro del ambiente
del jazz, rompiendo todas las normas del jazz clásico de Big Band, con su carácter
comercial, aportando una visión antisistema que surge de los sectores más
marginales de la sociedad norteamericana. Pero que finalmente fue absorbida
para la visión comercial de algunos, llevándonos a creer que esta revolución no
existió nunca, y a pensar con convicción que el jazz es una música para las
élites sociales.

Después de esta introducción teórica vino
la praxis, Llibert Fortuny (saxo tenor), Gary Willis (bajo) y David Gómez
(batería), abrieron la jam session, con diferentes, enrevesadas y magistrales
improvisaciones sobre standards clásicos del jazz o partiendo únicamente líneas
musicales inventadas sobre la marcha para la ocasión, al grito de autogestión o
acción directa, se construyeron piezas musicales únicas para aquel instante. Se
llamó a la participación del público y a la colaboración de diferentes músicos
que se reunieron en torno al escenario.

En definitiva, una muy buena jornada para
el jazz y su revitalización, en una sociedad que encasilla ésta música en
ámbitos sociales elitistas, recuperando sus esencias iniciales de los bares de
Manhattan autogestionados por los propios músicos y a la libertad de expresión
y de pensamiento, que se hacía patente en la comunicación interactiva que se creaba
entre los músicos en aquel momento. Una magnifica jornada por la libertad
musical.

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