“El agua es y ha sido en los últimos tiempos un lugar de conflictos y pérdidas”

El pasado 4 de marzo tuvo lugar en Madrid una amplia consulta popular (no vinculante) a la que acudieron cerca de 200.000 personas. Para conocer más de cerca la lucha contra la privatización del agua, entrevistamos a Ladislao Martínez, uno de los impulsores de la iniciativa y vilipendiado por ello recientemente en las páginas de El Mundo.

I. Nistal / Periódico cnt

¿En qué contexto surge el referéndum?

Es el corolario de toda una etapa de movilización social que se inicia con la constitución de la Plataforma contra la privatización del Canal de Isabel II en octubre de 2010 (formada por sindicatos, partidos políticos, grupos ecologistas, asociaciones vecinales y ciudadanas y otras como ATTAC a la que represento) y que recorre muy distintas actividades: unas 160 charlas en los lugares más diversos, entrega de propaganda a la salida de la película “También la Lluvia”, recursos legales, impulso de una Iniciativa Legislativa Municipal (concluida con éxito), dos manifestaciones… Una “pre 15-M” justo en la semana previa a la gran manifestación que lo origina (con unas 3000 personas). Y otra convocada al alimón por la Plataforma y Asambleas del 15-M celebrada a finales de 2011 a la que acudieron unas 10.000 personas. Se han hecho también decenas de jornadas, fiestas, entrega de 37.000 firmas y un largo etc. 

Hay que resaltar también que desde el surgimiento del 15-M son muchas las asambleas que han participado activamente en la pelea. Su importancia en el desarrollo de esta lucha es innegable. Una muestra de ello es que el colectivo que más mesas aportó a la consulta fue el 15-M. De 318 mesas puestas unas 120 fueron de las distintas asambleas.

¿Y qué valoración hacéis del mismo?

Para nosotros conseguir que casi 178.000 personas se expresaran oponiéndose a la privatización de una empresa como el Canal de Isabel II es todo un éxito. Más si cabe teniendo en cuenta que se hizo con una absoluta precariedad de medios y casi inexistente información previa en los medios de comunicación. Se editaron “centralmente” 2000 carteles grandes que servían de distintivo a las mesas y que pagó la Plataforma. Después se colgaron todos los materiales para esa consulta (que pueden verse en la misma web) y cada colectivo se autogestionó sus mesas. Se buscaron la mesa,  se dotaron de urna azul (en ocasiones una caja de libros o de botella envuelta en una bolsa de basura), se imprimieron las papeletas y los registros de votantes (que se destruyeron al terminar la jornada) y se procedió a un recuento centralizado  (por un sistema preacordado de comunicación electrónica/telefónica) la tarde-noche del mismo domingo en los locales de Ecologistas en Acción.

Los dos datos más destacados de la jornada fueron que más de 2000 personas dedicaron al menos 4 horas, muchas las 7 horas establecidas, para llamar a la participación ciudadana. El segundo la ilusión con que un amplio sector de la ciudadanía acogió la iniciativa. No hubo que “asaltarlos” en la calle, venias conociendo lo que se hacía y querían participar. Las larguísimas colas que se formaron delante de muchas mesas o las avalanchas que se produjeron en otras es toda una muestra de entusiasmo. 

Recuerdo a título de anécdota, que en una reunión que tuvimos unos días antes entre los coordinadores y las coordinadoras de mesas, se planteó que se imprimieran 1000 votos por mesa. Hubo una carcajada general… Pues bien, en bastantes mesas se superó ese número y la media de votos por urna fue de 560. 

Destacaría dos cosas. La primera la importancia de las redes sociales y nuevos instrumentos de comunicación. Sin desmerecer nada del trabajo de preparación previo ya descrito, lo cierto es que los últimos días llegaba información de todas partes. El día anterior la consulta fue asunto destacado en Twitter. Este reconocimiento viene de alguien que es un ignorante voluntario de las redes sociales y que se niega a participar en ellas.

La segunda, la altísima participación de mujeres en la consulta. Desde el germen original hasta la recogida de datos, pasando por la masiva presencia en las mesas. Creo que es uno de los motivos que explican la sensatez y la falta de sectarismo con que se procedió.

¿Cuáles son los motivos por los que la Comunidad de Madrid pretende privatizar el canal?

Aducen que se necesitan inversiones para proceder a una depuración terciaria del agua de Madrid (con eliminación de nutrientes) lo que conlleva importantes inversiones, y que se necesitan dos nuevos embalses para una Comunidad de Madrid que ellos conciben habitada por 12 millones de personas. Usan además los típicos tópicos de que la gestión privada es más eficiente, de que privatizando se permite a los madrileños y madrileñas ser propietarios del agua y cosas así. Un discurso vacío y a la vez cínico. Los embalses no tienen ninguna justificación y la depuración (que es una obligación razonable) pude abordarse con los fondos estatales y comunitarios destinados a tal fin y los recursos propios y la capacidad de endeudamiento de una empresa muy saneada financieramente y que factura unos 700 millones de euros al año y reporta unos beneficios de 100 millones. 

¿Hay más precedentes en este sentido?

Hay muchos precedentes en este sentido. Ahora mismo hay propuestas de privatización, al menos en Jerez, Puerto de Santa María y Aguas del Ter-Llobregat (Cataluña). Muy recientes son las privatizaciones de Huelva, León y Avilés (pese a que en este último caso hubo una fuerte respuesta social). 

Pero no es un hecho circunscrito a nuestro país. La situación es aún más grave en otros países de la UE “intervenidos” y con programas que obligan a vender este tipo de empresas. Es el caso de Grecia, Portugal e Irlanda, pero no sólo Italia (pese a que en un reciente referéndum detuvieron el proceso de brutal privatización diseñado por Berlusconi, hay ayuntamientos y regiones que han puesto en marcha los procesos con el pretexto de la crisis), de Hungría y parece que de otros países. Por otro lado para adquirir estas empresas es preciso endeudarse y el mercado financiero está también muy colapsado.

Son igualmente importantes las luchas y éxitos contra la privatización. La más reciente en el espacio y el tiempo es el referéndum italiano que derrotó el plan de Berlusconi de privatización masiva del agua. Hay además luchas de mucho interés en Latinoamérica como la de Cochabamba (que inició el ciclo de  movilizaciones sociales que llevaron a Evo Morales al Gobierno), en Uruguay, donde tras una interesante lucha ciudadana se consiguió que en la constitución se consolidara el carácter público del agua.

Hay también interesantes casos de vuelta al sector público del agua como son los casos de París, Buenos Aires, Dar Es Salaam  (Tanzania), Malaysia y Hamilton (Canadá). El agua es y ha sido en los últimos tiempos un lugar de conflictos y pérdidas, pero también de victorias sociales significativas.

Más información en: www.plataformacontralaprivatizaciondelcyii.org

 

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