Nadie podía preveerlo

EL CUARTO OSCURO | Ilustración (fragmento): Ana Nan | Extraído del cnt nº 425. Dosier ¿Nueva normalidad? ¡Acción Sindical!

Pues ya sabemos lo que nos espera si algún día invaden extraterrestres antropófagos a España. Por un lado, prohibiciones del Gobierno: no salgáis de casa, no tengáis miedo, todo va a salir bien. Por otro lado, una banda de charlatanes asegurando que los extraterrestres son buenos, que solo comen viejos, y que los ha fabricado China.

Un minuto de silencio por las víctimas de la pesadilla burocrática: teléfonos que no contestan, formularios que no los entiende ni el que los escribe, requisitos incomprensibles, robots que exigen datos a un viejo sordo, desconcertado y cegato al que le tiembla el dedo…

Yendo a lo que nos interesa: el caso de Nissan. En plena crisis, anuncian que se van. Se marcha el 3% del PIB catalán. Se pierden 22.000 puestos de trabajo de la Industria Auxiliar, y los 3.000 directos. Pensemos: los nacionalistas españoles, ¿no tendría el Gobierno que detener a los directivos de Nissan, majarlos a palos, y a la cárcel a pan y agua? Y el nacionalismo catalán que lió la de dios por «el derecho a decidir». ¿Dónde está ahora ese derecho?

En la Nueva Normalidad, la que tiene que llegar y va a llegar, sobran políticos, testaferros, intermediarios, reyes comisionistas, tertulianos y parásitos, que han mostrado a las claras que ellos, sí, son la verdadera pandemia. Y que hay mucho que esterilizar.

En cambio, nada. La Vieja Normalidad es la misma de siempre, desde la Zona Franca al Puerto de Santa María. La normalidad de los despidos, y que el Gobierno pague los ERTE, hasta que no quede ni un chavo. Y las empresas familiares tipo Casa Real, viento en popa.

Así nos hemos enterado de lo que es decrecer con un Gobierno de Progreso: prohibiciones, amenazas y multas, en lugar de protección, bienestar y consejos. Ayuno para la pobreza extrema desde el Estado de Alarma. Agendas no disponibles para los próximos 140 días. Ahí va.

O sea: la nueva Normalidad hay que construirla. La pandemia nos ha mostrado que los trabajadores somos insustituibles e imprescindibles. Que para construir una sociedad justa y segura, los políticos, los jueces, los ricos, sobran. Que desde el Sindicato tenemos que prepararnos para tomar, controlar e intervenir —atentos—: la energía, las comunicaciones, la información, el transporte, la alimentación, el agua, la sanidad, la banca, las industrias auxiliares de las anteriores, y —sobre todo— la Limpieza. Ese es el cambio necesario. Porque en la Nueva Normalidad, la que tiene que llegar y va a llegar, sobran políticos, testaferros, intermediarios, reyes comisionistas, tertulianos y parásitos, que han mostrado a las claras que ellos, sí, son la verdadera pandemia. Y que hay mucho que esterilizar.

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