[Valencia] CNT condena y denuncia el asesinato premeditado de 45 mineros en Sudáfrica

Después
de continuas provocaciones y amenazas directas para que los
trabajadores cesaran la huelga en la lucha por sus derechos, la policía,
armada con fusiles de asalto, abrió fuego contra los mineros dejando
tras de sí 45 muertos y más de 70 heridos.

El
pasado 16 de agosto la policía sudafricana abrió fuego contra los
mineros en huelga en la mina de platino Lonmin, al noroeste del país,
mientras defendían sus derechos en el transcurso de una huelga
indefinida que se prolongaba ya durante una semana. Como resultado, 45
mineros fueron brutalmente asesinados y más de 70 resultaron heridos de
gravedad en una masacre urdida y perpetrada por la policía del país con
la complicidad del gobierno del CNA (Congreso Nacional Africano),
-anteriormente liderado por Nelson Mandela.

 

Casi
3,000 mineros provenientes de diversas zonas del país, como Swazilandia y
Mozambique, se trasladaron a la región para unirse a la lucha de sus
compañeros en la mina Lonmin, en Marikana, donde, situándose en una
colina cercana a ésta, se habían manifestado durante varios días aunando
fuerzas por una mejora salarial que les permitiera vivir con dignidad.
Anteriormente, se habían producido varios intentos de acercamiento entre
los mineros y la patronal, la cual hizo oídos sordos a las
reivindicaciones de los trabajadores en lucha. Finalmente, los mineros
comenzaron una huelga indefinida llegando a parar totalmente la
producción en una zona donde trabajan alrededor de 28.000 personas. Ante
la amenaza de cuantiosas pérdidas económicas por parte de la patronal,
que ya ha visto descender considerablemente sus beneficios a causa de la
crisis mundial, la policía intervino en la colina donde se manifestaban
los mineros y abrió fuego contra la multitud de manera indiscriminada y
premeditada –ya que portaban armas de asalto y dispararon a larga
distancia.

 

Esta
mina de Marikana es la primera suministradora mundial de platino, no
obstante, sus trabajadores viven en condiciones de extrema pobreza y
ponen sus vidas en serio riesgo a diario debido a las duras condiciones
laborales, que carecen de las más elementales medidas de seguridad. Las
ganancias que la extracción de platino reportan a los dueños de esta
mina se han reducido como consecuencia de la situación económica
mundial, ante lo cual los empresarios han decidido compensar las
pérdidas recortando los salarios de sus trabajadores y las medidas de
seguridad. Atrás quedaron las décadas doradas, cuando los beneficios
permitían a los explotadores que regentan estas minas financiar a los
gobiernos corruptos que se han sucedido en Sudáfrica durante décadas y
que sumieron a la población negra en la más absoluta pobreza, anclándola
a la desigualdad más acuciada e impidiéndole dejar atrás los episodios
más horripilantes que nos mostró el apartheid.

 

Los
mineros asesinados solamente reivindicaban un salario digno que les
permitiera mantener a sus familias, negándose a aceptar las
negociaciones y recomendaciones provenientes del NUM (National Union of
Mineworkers), el sindicato que tradicionalmente ha representado los
intereses del sector y que últimamente se ha esforzado más en velar por
los intereses de la mina Lonmin que por los de sus trabajadores.
Recordemos que las condiciones de miseria en que viven -a pesar de
trabajar en una de las minas más rentables del mundo-, les empujan a
exigir que sus salarios fueran triplicados para aspirar a unas mínimas
garantías de subsistencia.

 

Desde
CNT- Valencia, queremos mostrar nuestra solidaridad y apoyo con los
trabajadores represaliados y sus familias y expresamos nuestra más firme
condena hacia estos crímenes de Estado, exigiendo que se depuren
responsabilidades, tanto dentro de las fuerzas represoras de policía
sudafricanas como en el seno del gobierno del país, el cual permitió y
permite la explotación e inseguridad laboral de los mineros, ampara la
impunidad de 45 asesinatos y calla ante las continuas amenazas de
despido que la empresa propietaria de la mina lanza a sus trabajadores
si no vuelven a reanudar la actividad de inmediato. Así mismo,
denunciamos una vez más la manipulación de los medios de
(in)comunicación-(des)información que, tras intentar silenciar los
hechos, ha pretendido criminalizar a los mineros, justificando así la
actuación policial.

 

No
podemos dejar de denunciar y difundir la injusticia y la barbarie de
los estados y el capital por el mero hecho de acontecer éstas en un
continente, desgraciadamente, “olvidado” por muchos/as. Es necesario
reflexionar acerca de la repercusión que estos mismos hechos hubieran
tenido de darse en el llamado “primer mundo”.

¡Si nos tocan a uno/a, nos tocan a todos/as!

CNT- Valencia

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