Ya disponible el nuevo número de la revista acracia de Pilar de la Horadada

Nuevo número de la revista acracia, órgano de expresión de la CNT de
Pilar de la Horadada. Con este nuevo número ya son tres las
publicaciones de esta revista trimestral, que con una tirada de 1000
ejemplares quiere poner de manifiesto que en este pueblo existe algo más
que las cofradías de Semana Santa y el servilismo a los políticos.

En este número haremos mención especial al 1º de mayo y a los
mártires de Chicago, seguiremos tratando las incongruencias de la
Iglesia Católica y haremos especial mención al nuevo circo electoral del
próximo 22 de mayo.Mayo 2011: En la radio la previsible noticia de un nuevo recorte, una
nueva reforma, una nueva privatización, una subida de tarifas o de
impuestos para los de abajo.

Mirando que no nos quedan ya agujeros para apretarnos más el
cinturón, vamos oyendo la cantinela de gobierno, políticos, patronal,
tertulianos y sindicatos subvencionados (sí, esos mercenarios
pactistas), alabando el «diálogo social», mientras guardan silencio
sobre una banca y unas empresas energéticas a punto de reventar de
beneficios, mientras nos dictan las órdenes de los «mercados», el
capital que no concibe limitar la exigencia de nuevos recortes y
ajustes.

Guardan silencio sobre las consecuencias de los recortes en el gasto
público y de la privatización de servicios esenciales como el agua o la
sanidad. Guardan silencio, hasta que pasen las elecciones de mayo, sobre
el repago de los medicamentos de la sanidad pública, sobre la
corrupción de políticos de todo signo enriquecidos en cantidades
astronómicas y sueldos desorbitados por vendernos cada día al mejor
postor inmobiliario, hidroeléctrico, bancario o financiero.

Guardan silencio cuando preguntamos porqué tiene que ser el PSOE el
que acredite el mayor historial de reformas laborales al servicio del
capital, contra los derechos de la clase trabajadora, si no es por la
eficacia de su hipocresía, la que mayor confusión y desarme genera en
quienes tendrían que rebelarse.

No
son los únicos. La capacidad de respuesta de los trabajadores de este
país ha sido desmontada pieza a pieza por una coalición de capital,
gobierno y por la traición de las burocracias sindicales, dependientes
de ellos tras años de prácticas corruptas.

Hoy día una reforma laboral supone siempre un retroceso, pero esto no
fue siempre así. Antes los trabajadores hacían frente juntos a los
abusos del poder que los mantenía casi en condiciones de esclavitud: la
asociación, las huelgas solidarias, la práctica de apoyo mutuo entre
trabajadores, la gestión obrera de fábricas, la participación activa de
los trabajadores en organizaciones obreras independientes del poder,
etc., obligaron a las poderosas oligarquías a doblar la rodilla,
devolviéndonos una parte de lo que nos roban, mediante un sistema de
protección social y unos derechos laborales que, hasta hace poco,
disfrutábamos y que nos están arrebatando, mientras nos quedamos
impasibles o nos lamentamos en la taberna.

Hoy, 1º de mayo, conmemoramos, cuando miles de trabajadores de EEUU
se plantaron y se unieron, organizando en 1886 una jornada de lucha para
la jornada laboral de 8 horas: trabajar menos, para trabajar todos.

De aquella lucha recordamos a los mártires de Chicago, pero también
debemos recordar que esa movilización consiguió sus objetivos, tanto de
jornada, como de concienciación y organización de clase.

No hay recetas mágicas, pero sí hay solución: es esa conciencia de
clase, así como el internacionalismo y solidaridad obreras por encima de
cualquier diferencia, las mejores herramientas de defensa del
trabajador frente a los abusos del poder.

Sólo participando activamente en organizaciones obreras autónomas,
independientes de las subvenciones del estado, asamblearias, sin
jerarquías, autogestionadas y financiadas únicamente por las cuotas de
sus afiliados es como podremos hacer una defensa colectiva de nuestros
intereses como trabajadores, mientras caminamos hacia una nueva sociedad
donde estén igualmente repartidos el esfuerzo y la riqueza.

El sindicato CNT-AIT tiene esas características. Desde hace más de
cien años, con su trayectoria de lucha y dignidad, y su constancia de
práctica sindical opuesta a la del sindicalismo vendido, la CNT-AIT es
una referencia para los trabajadores y trabajadoras que dicen «¡Basta
ya!».

La CNT-AIT es un sindicato en el que somos las trabajadoras y los
trabajadores quienes decidimos. Aquí nadie cobra por ser sindicalista;
somos trabajadores/as como tú.

La CNT-AIT es un sindicato independiente, de clase, y por eso no
admitimos subvenciones ni de las empresas ni del Estado. Ahora mismo, en
la calle, en las empresas, la CNT-AIT, libre de ataduras, tiene en
marcha una campaña de información y movilizaciones, con diferentes actos
a los que te invitamos a participar.

Trabajador/a:

Tenemos el deber de defender lo que es nuestro. No te engañes: piensa
que nadie lo hará por ti. Igual que en 1886, podemos volverlo a lograr.

No estás solo/a y por eso te invitamos a
unirte en la CNT-AIT a otros trabajadores y trabajadoras que peleamos
todos los días por la dignidad, la justicia y la libertad.

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