Arte en Artium, una exposición permanente: explotación y precariedad laborales

SINDICAL | Vitoria-Gasteiz | Fotos: concentración en apoyo a las reivindicaciones de las compañeras del Museo Artium de Vitoria-Gasteiz (CNT Vitoria) | Extraído del cnt nº 425

El pasado jueves 30 de julio nos reuníamos para apoyar a las compañeras que trabajan en el Museo Artium de Vitoria Gasteiz a las puertas de éste a media mañana. Han decidido protestar ante los recortes que vienen sufriendo y los futuros que se avecinan como resultado de la publicación de un nuevo concurso: «Servicio de auxiliares de atención al público de Artium. Tipo Contrato: Abierto. Tipo de licitación: 282.213,87 €. Fecha Publicación: miércoles, 15 julio 2020. Fecha límite de presentación de ofertas: miércoles, 09 septiembre 2020». Nos cuentan las compañeras que desde mayo de 2018 sus categorías profesionales se vieron modificadas y fueron unificadas bajo la denominación de «informadoras».

La empresa que las ha contratado así define sus tareas: «Atención a los públicos. Tiene la función de informar, orientar y organizar la circulación de los visitantes. Entre sus tareas destacan la acogida de visitantes, acogida de grupos, venta de entradas, información y atención a las salas.»

La Fundación Artium Álava cuenta en enero de 2020 con el trabajo de 23 personas contratadas y con la explotación de 16 personas subcontratadas.

Entre informadoras o atendedoras de públicos está la cosa. Un eufemismo que se traduce en la práctica por el imperativo del «tú eres sustituible y prescindible». Un eufemismo que significa que un día pueden estar cobrando entradas; y, otro, en consigna; otro, en la tienda; otro, en sala de exposiciones, informando sobre la trayectoria artística de alguien, porque casi todas están sobre cualificadas; o, elaborando el dossier de prensa institucional; o, informando de cómo ponerse adecuadamente una mascarilla entre oreja y oreja; cuando no, sentadas tras una mesa en un rellano, informando acerca de dónde se encuentran las escaleras o los aseos; y, a lo mejor, informando en inglés o en francés…

Si entramos en el espacio virtual de la institución, encontramos la misión, visión y valores de la misma. Dedican líneas a la mediación, que definen como «(…) el puente creado entre el Hecho Artístico y el Público (o los Públicos), siempre en doble dirección, retroalimentándose. Es decir, Artium es una estructura mediadora que asume el contacto directo, físico o virtual con el conjunto de visitantes, (…).»

Son las compañeras que han decidido decir «basta» al atropello de sus derechos laborales los puentes de esa mediación porque son ellas las que están en contacto directo con esos públicos. Y sigue Artium vinculando la mediación con la empatía. Nada que ver con su manera de contratar a las personas trabajadoras: mediante subcontratación. Con anterioridad fue Eulen, y ahora MagmaCultura. Ambas cuentan con una larga lista de buenas voluntades en sus espacios virtuales que enmascaran impunemente la realidad de la precariedad laboral.

La «política de recursos humanos da prioridad a la formación y al desarrollo profesional de nuestros trabajadores» dice Eulen. Luego, cuando preguntas te vas enterando de lo alienante que puede ser padecer un contrato laboral de esta empresa.

En el caso de MagmaCultura las máximas que manejan virtualmente en relación a la cultura y a las personas impiden imaginar a qué se refieren exactamente porque la experiencia que relatan las compañeras convierte esas líneas en una ficción que oscila entre el terror y el drama.

Lo cierto es que al consultar el pliego de condiciones del concurso es difícil comprender el reparto porcentual de las jornadas laborales. De las 16 informadoras, unas son fijas y otras eventuales; hay eventuales con jornadas de mayor duración que las que están fijas. Los criterios son aleatorios y aparentemente azarosos. Las jornadas oscilan entre el 35,90 % y el 87,50 %, pasando por catorce valores intermedios.

Si volvemos a la institución y leemos que «La Colección del Museo Artium constituye un excepcional fondo patrimonial contemporáneo de carácter público integrado por casi 2.400 obras de arte. (…) Dotar de una adecuada visibilidad y socializar su valor patrimonial es una misión programática de la institución». Sin embargo, pronto se detectan contradicciones. «(…) el Salario Bruto Anual de la Directora de la Fundación Artium para el ejercicio 2020 es de 72.784,60 €.» Significa un tercio de la remuneración total de las 16 personas cuyos contratos serán subrogados en breve, que asciende en su totalidad bruta anual a 203.702,93 €. Son estos datos los que nos hacen desconfiar de la misión y los valores de la organización… que si transparencia, que si sostenibilidad, que si comunidad… La Fundación Artium Álava cuenta en enero de 2020 con el trabajo de 23 personas contratadas y con la explotación de 16 personas subcontratadas.

«El Museo Artium reabrirá el 2 de junio con una oferta diversa y atractiva en un espacio seguro para el público» dicen las últimas noticias. Pero nos preguntamos si es espacio seguro para todas las personas que trabajan allí dentro.

Estaremos con las trabajadoras, a pesar de que otros sindicatos quieran apropiarse de los logros y de las fotos de portada.

El jueves 30 de julio estuvimos allí, a sus puertas, dejando que un viento caliente ondeara las banderas rojinegras de CNT. En la blanca fachada lucía el eslogan de una de las exposiciones itinerantes de la artista Gema Intxausti: «Entre la multitud, observando el arresto». Y sí, así estábamos, entre la multitud que pasaba de largo con la prisa que imponen los quehaceres cotidianos, o se paraba a ver qué hacíamos allí. Y sí, así estamos, observando y admirando el arresto de las compañeras que están haciendo frente a un conflicto de largo recorrido, a muchos «tortazos morales por todos los lados» soportados desde 2006, fecha de inicio de la más antigua de todas ellas.

Han anunciado paros para los días 4, 9 y 11 de septiembre. Y allí estaremos con ellas, a pesar de que otros sindicatos quieran apropiarse de los logros y de las fotos de portada. Porque de eso también hubo: conato de apropiación del discurso de protesta, e intento de monopolización de la negociación, así como toma de decisiones unilaterales sobre la programación de las actuaciones. Por ello, empezamos a sospechar que, una vez más, intentarán, haciendo buenas migas con la patronal, frenar las actuaciones autónomas y responsables de las trabajadoras, filtrarlas, y acompasarlas al ritmo político, o al de las vacaciones estivales. Aplaudamos el arresto de las compañeras, y acompañémoslas en la lucha. Y si consumimos cultura, seamos personas críticas, porque además de albergar creaciones artísticas estas instituciones esconden la explotación disfrazada de filosofías rimbombantes soportadas por la mentira y los presupuestos inflados que se pierden en los bolsillos de unos pocos.

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