[Badajoz] Con los brazos cruzados

De cómo nos vienen anunciando nuevos recortes con
antelación

Por
Julio Pérez (S.G. del SOV de Badajoz)

No lo entendemos. Llevamos varias semanas sabiendo que el día
26 de este mes de abril el gobierno va a hacer público un nuevo paquete de
recortes y como quien oye llover. Nos dicen que van a hacer unos ajustes
creíbles y conservadores (Luis de Guindos, dixit), signifique lo que signifique
eso, aunque nos tememos que en roman
paladino
quiere decir que las prestaciones sociales sufrirán nuevos
recortes y las leyes laborales se harán ya al dictado directo de la CEOE. Como con
casi todas las cosas amargas se meterá un poco de miel, suponemos que algo de
fiscalidad progresiva para vender las medidas como una cosa buena, justa y
equilibrada que recae sobre todos los sectores. O vayan ustedes a saber vamos,
como hasta ahora pero peor.

No lo entendemos. Es la crónica de una muerte anunciada
(permítasenos la licencia de usar a García Márquez para tratar de explicar
esto) ya que se está anunciando a la ciudadanía y a todos los agentes sociales
que va a ver más ajustes, menos gasto social y, por tanto, menores prestaciones;
que las personas en riesgo de exclusión social van a estar definitivamente
excluidas y esa capa de afortunados que aún conservan el trabajo van a cargar
con todo el país en sus hombros porque si esperan algo de los políticos y de
los empresarios ya pueden armarse de paciencia porque no lo van a ver.

No lo entendemos. Salimos a la calle cientos de miles de
personas y, aunque ponemos de los nervios al gobierno y éste nos envía a los
hombres de Fernández, parece que nos falta algo, algo contundente que de verdad
haga recapacitar a los políticos de que así, no; que ellos son el problema y no
la solución y que deben escuchar el clamor de la calle, que es diario y no
cuatrienal.

Esto sí que lo entendemos. Después de la huelga del 14-N el
sindicalismo oficial ha recogido velas y no ha vuelto a hacer nada más,
inmersos como está en sus propios líos internos con despidos, financiación más
que sospechosa y pelea por un puesto de liberado, que ahora no debe haber para
todos. Eso sí, el mismo día 26 nos dirán, una vez oído el gobierno, que las
medidas ultraliberales propuestas crearán más tensión social, más paro y que se
van a oponer a ellas. Y luego dejar que acabe el verano para ir a otra cosa.

No lo entendemos. Si todo va mal e irá a peor ¿A qué estamos
esperando entonces para echarnos a la calle, al monte o a coger la recortada y
liarnos a tiros? Parece que la resignación se ha apoderado de nosotros, que
solo protestamos por lo que nos hacen, y bien protestado está, en vez de tomar
medidas preventivas y decirle al gobierno ¡ojo, Mariano! esto es lo que te vas
a encontrar como sigas adelante con tus planes; es decir, estamos a la
defensiva. O bien que estamos esperando un milagro que nos evite levantar el
culo de los sofás.

Hay que empezar a pedir cosas y no solo oponernos a otras. Es
digno de encomio lo que ha hecho en Mérida el grupo de Renta Básica, que con
sus firmas, movilizaciones y acampada ha metido en la agenda política el tema
de la Renta Básica y se está debatiendo con urgencia. No se quedaron cruzados
de brazos esperando que la pobreza y la exclusión social se cerniesen sobre
decenas de miles de extremeños y se echaron a andar. Y, como se dice en todas las
manifestaciones, ¡Sí se puede!.

Así que, descrucemos los brazos y echemos a andar; a los
anarcosindicalistas de la CNT nos encontrarán en el camino.

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