Crónica de la concentración en Valencia de apoyo a Amadeu Casellas

La concentración tuvo lugar en la puerta de la plaza de toros de Valencia. Una convocatoria propuesta por CNT-Valencia, en un momento en que el compañero Amadeu se está planteando una nueva huelga de hambre para el día 20 de Febrero. Acudieron compañeros de los sindicatos de Sagunto y de la Valla d’Albaida, así como personas a título individual solidarizandose con el compañero preso, seríamos alrededor de una veintena de personas. Se corearon gritos por la libertad, de Amadeu, de Manuel Pinteño, de Tamara; contra el estado capitalista, las carceles, y por la lucha de clases. Se leyó repetidas veces la historia de Amadeu Casellas a golpe de megáfono para que los viandantes pudieran escucharla. Además se repartieron más de mil octavillas con información sobre el preso y otras con un texto que invitanba a la reflexión de la gente sobre la necesidad y la historia de las cárceles.

¡Exigimos su liberación inmediata y el final de las cadenas perpetuas encubiertas!

¡AMADEU CASELLAS LIBERTAD!

CNT-Valencia

Fotos: La Plataforma

 

PAMFLETO DE REFLEXIÓN REPARTIDO EN LA CONCENTRACIÓN

¡¡REFLEXIONA SOBRE LA CÁRCEL!!

ORÍGEN SOCIAL DE LA PRISIÓN
La idea de la prisión surge en la historia como medio por el cual aislar y encerrar a aquellas personas que las autoridades consideraban molestas o subversivas a las leyes en vigencia, anormales a las pautas sociales establecidas. Hoy en día la cárcel ha evolucionado y ha pasado de presidio, a prisión y de prisión a centro penitenciario. Se la ha declarado encaminada a la reinserción social y dicen haber erradicado de ella el mal trato y la tortura como método (cámaras de tortura, ejecuciones públicas, etc). Afirman que es un mal necesario y que tiene su razón de ser en servir a la sociedad, como herramienta contra la delincuencia y el terrorismo.

LA PRISIÓN COMO CASTIGO
«La prisión es un frío asesino, mata lentamente a las personas como tales, aniquilando y envileciendo en ellas todas las cualidades humanas, que logran en el ser humano la connivencia y la vida social» (Pedro Kropotkin). Por este simple razonamiento entendemos que todo intento de reinserción o rehabilitación es una mera ilusión cada día más evidente. La cárcel no puede ser nunca un lugar reeducador: la prisión es el mal, es la represión, y solo puede producir más mal y odio en las personas que la sufren.

CAUSAS SOCIALES DEL DELITO
El delincuente no nace, se hace, porque el ser humano es el resultado inequívoco del medio en el que se desarrolla. Por esto las causas sociales del delito son claras y en su gran mayoría tienen su origen en la desigualdad económica, y por tanto social, entre las personas componentes de la sociedad. Vivimos en un sistema que siempre se ensaña con el más débil y el más pobre, nunca con el poderoso ni el rico. Dentro de una sociedad capitalista, con puntos de referencia como el egoísmo, la competencia y la insolidaridad es más que lógico que se generen conductas delictivas.

La existencia de las prisiones es un asunto que la sociedad deberá de abordar y que, sin embargo, hoy desprecia con un «que se pudran». La prisión ha sido olvidada. Pero no son las personas presas las responsables del hambre en la mitad del mundo; no son las personas enjauladas las que nos despiden del trabajo, ni las que reprimen duramente las manifestaciones. No son las que acumulan los millones en los bancos; ni están aquí los responsables de las guerras. Aquí no encontrareis más que personas víctimas de un sistema injusto que les condujo por el desagüe de las drogas o al pequeño delito. Salvo algunas excepciones, la mayoría inmensa de las personas que se pudren en prisión no representa un peligro para la sociedad, no al menos, un peligro mayor que el que representa el sistema capitalista en el que vivimos…

 

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