El compañero Vicente Cuervo declarado Víctima del terrorismo

  • El Consejo de Ministros celebrado el pasado 21 de febrero de 2023 ha reconocido a nuestro compañero Vicente Cuervo Calvo como víctima del terrorismo, quizás poniendo fin a una división, que se arrastra desde la Guerra Civil, entre muertos de primera y de segunda.

El 10 de febrero de 1980 la organización franquista Fuerza Nueva y su brazo “sindical”, Fuerza Nacional del Trabajo, convocaron un mitin en el madrileño barrio de Vallecas en una actitud de clara provocación contra los vecinos de este distrito popular, una bravata que se ha visto de nuevo repetida por sus herederos hace poco más de un año. El gobernador civil prohibió el acto, a pesar de lo cual Blas Piñar y un centenar de ultraderechistas se concentraron frente al Cine París, encontrándose con una concentración de vecinos que protestaba por su presencia en el barrio. A pesar del extraordinario despliegue policial, una treintena de vehículos, el joven de 21 años Vicente Cuervo, delegado de la sección sindical de CNT en Telefunken, fue asesinado por un disparo realizado a corta distancia. Aunque, según la prensa de la época, la policía detuvo a los ultraderechistas Félix del Yelmo e Ignacio Ortega con una pistola que había sido disparada y un revólver simulado, la investigación judicial se cerró en falso.

Algunos medios de comunicación, en los primeros días, intentaron confundir a la opinión pública presentando a Vicente Cuervo como un joven bien vestido víctima casual o de la violencia de los militantes de la izquierda política y sindical, su cadáver fue secuestrado por la Policía y la familia no tuvo acceso a los resultados de la autopsia. Desde el Gobierno Civil se presionó a sus padres para que no se diese a conocer la afiliación sindical de Vicente y no se organizase ningún acto de homenaje durante su entierro…

Además, hasta ahora, solo se reconocían como víctimas del terrorismo a quienes habían sufrido la violencia de una organización estructurada y estable, a pesar de que hubiese una clara intencionalidad ideológica, como en el caso de Vicente. Mientras que, por un lado, se extendía arbitrariamente la consideración de miembro de organización terrorista a todos aquellos que interesaba reprimir, como demostró hace ahora veinte años el cierre ilegal del diario Egunkaria, las víctimas de la violencia ultraderechista no merecían ningún reconocimiento porque la Policía nunca encontraba a las organizaciones responsables.

Este acuerdo del Consejo de Ministros, aunque tardío, confirma la verdad que ya sabíamos, hace justicia a la memoria de nuestro compañero y de su sindicato y, sobre todo, abre una vía para que otras víctimas del terrorismo ultraderechista en la Transición muertos en iguales circunstancias, y algunos también compañeros de CNT, reciban memoria, justicia y reparación.

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