En Chile, la lucha sigue…

Valparaíso, Chile

Desde el día 18 de Octubre hasta el día de hoy 7 de Noviembre las manifestaciones y marchas de la población chilena han ido pasando por varias fases y “estados de ánimo” pero siempre con un carácter combativo.

Se declaran varias huelgas en diferentes sectores, algunas parciales y otras generales dependiendo del rubro (construcción, portuarios, sector público, etc).

Si bien la primera semana de movilizaciones tuvo un carácter sorprendentemente contundente en las acciones donde el pueblo guerrero chileno se desbordó y hubo incendios de bancos, periódicos, grandes superficies comerciales, farmacias y saqueos de supermercados y otras entidades, dejando patente y en evidencia el descontento de una sociedad, engañada, acallada y reprimida por más de 30 años de “democracia” que no ha sido más que una continuidad de la política de la dictadura. En esta primera semana el gobierno, sin tener una clara idea de qué hacer ante tal situación toma la decisión más represiva que podría haber tomado: declara el estado de emergencia y saca a los militares a la calle con toque de queda incluido.

Ya en la segunda semana se dan en numerosas villas, comunas, poblaciones y barrios asambleas vecinales y cabildos populares. Aunque las manifestaciones toman un carácter menos duro, la realidad es que todos los días hubo lucha y reivindicaciones en la calle. El viernes día 25 se da la mayor manifestación de toda la historia del país en la capital Santiago de Chile, con más de 2 millones de personas y el día 26, en la ciudad de Valparaíso, con unas 120 mil personas .

En todo Chile se empiezan a escuchar las demandas y exigencias de la gente: cambio constitucional por medio de una asamblea constituyente (que sustituya a la de 1980 de Jaime Guzmán), no a la privatización de las pensiones de jubilación (NO +AFP), sanidad y educación públicas y gratuitas.

Tras la presión social de una población frustrada por el modelo neoliberal y el gobierno derechista de Sebastián Piñera. Éste realiza algunas pequeñas reformas en las que entrega engañosamente algunas concesiones (subida del sueldo mínimo a 425 euros, congelación de aumentos de precios en servicios públicos, etc.) y entre ellas realiza un cambio casi íntegro del gabinete de gobierno. Estas tímidas y mentirosas reformas no calman la sed de justicia e igualdad que tiene la gente en la calle, personas trabajadoras, estudiantes, desempleadas y demás población.

En todo Chile se empiezan a escuchar las demandas y exigencias de la gente: cambio constitucional por medio de una asamblea constituyente, no a la privatización de las pensiones de jubilación, sanidad y educación públicas y gratuitas.

La tercera semana de convulsión social y política ha comenzado con el mismo carácter que el de la primera. Las marchas o manifestaciones se multiplican en todo el territorio nacional, en muchos casos las fuerzas represoras quedan desbordadas y el gobierno parece no saber por dónde caminar. Se declaran varias huelgas en diferentes sectores, algunas parciales y otras generales dependiendo del rubro (construcción, portuarios, sector público, etc). Muchos grandes comercios se mantienen cerrados o con horarios muy escuetos ya que se teme por nuevos saqueos y en medio de las marchas. Esta semana se hace presente en el país una comisión de observadores de la ONU para realizar informes y valorar la gestión del gobierno y sus cuerpos represores en esta crisis, en donde “oficialmente” van más de 25 muertos/as, quemados, disparados, torturados, desaparecidos, secuestrados y heridos de carácter grave o muy grave y donde más de 100 personas han perdido un ojo por disparos con cartuchos de perdigones y balines.

El presidente se niega rotundamente a dejar el sillón presidencial y la única táctica que utiliza es la de represión y el terror sistemático. La población en su mayoría se resiste a dejar que las cosas y las condiciones de vida sigan igual que hasta ahora y se echa a la calle día a día sin tregua hasta tal punto que el día 30 de Octubre el presidente debe cancelar la APEC y la COP 25, ya que no se daban las condiciones de seguridad para la celebración de estos eventos internacionales en el país latinoamericano.

La lucha continua…

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