Solidaridad y fuerza para Marruecos

Comunicado de CNT Jerez al pueblo marroquí ante los desastres del terremoto y la incompetencia y desidia gubernamental

Desde nuestro sindicato de clase queremos mandar un sincero mensaje de ánimo, fuerza y solidaridad a nuestros/as hermanos/as marroquíes en estos funestos días y, en especial, a la clase trabajadora y a las personas pobres (indistinguibles en la mayoría de los casos) que han visto como, tanto durante el terremoto, como en las consecuencias posteriores, han sido en ellos/as sobre los/as que ha recaído la mayor parte del dolor por las pérdidas de vidas y la desesperación por la carencia de recursos con los que subsistir y afrontar el día a día. Unas tierras devastadas por la pobreza y la corrupción impuestas por el gobierno y la monarquía, donde el terremoto ha acabado de golpe con una sociedad donde se vive en el día a día.

El pueblo marroquí es fuerte y laborioso y sabrá salir de la catástofre que está sufriendo, sin el apoyo de las instituciones, corruptas e inoperantes, que padece. Pero ya es hora de que la clase trabajadora saque conclusiones sobre cuestiones que se repiten años tras año, desastre tras desastre, crisis tras crisis, en muchas partes del mundo. Sí, porque lo que realmente nos mata es la pobreza, la falta de recursos y la injusticia social…

A los/as marroquíes los/as ha sepultado sus paupérrimas y deficientes casas…

Los/as marroquíes siguen allí enterrados/as debido a unas inexistentes infraestructuras y la ausencia de servicios, medios y planes de rescate…

Los/as marroquíes están sedientos y hambrientos esperando unas ayudas gubernamentales que ni existen ni se las espera…

El rey de Marruecos no sintió los violentos temblores del terremoto en su palacete del distrito VII de París, a 700 metros de la torre Eiffel, donde reside habitualmente. Y, al parecer, tampoco ha sentido los desastres materiales y la gran pérdida humana que asola a su pueblo…

El terremoto sólo ha acelerado a un nivel atroz el desastre de una sociedad de subsistencia, que ve cómo sus hijos/as se juegan la vida en el mar, para acabar esclavizados en unas tierras europeas que los/as desprecian por pobres (hay que recordar que los jeques son «buenos»… porque son ricos) y depredan su fuerza vital y capacidad humana, como decrépitos/as nosferatus capitalistas.

Las clase trabajadores sólo se tiene a sí misma y la solidaridad es su arma más poderosa frente a las adversidades y a los abusos del poder. Aprendamos la lección de una vez.

¡Trabajadoras y trabajadores del mundo uníos!

¡Solidaridad con el Pueblo marroquí!

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