Todas en defensa de las pensiones públicas

SINDICAL | | Extraído del cnt nº 435

Con temor al futuro las trabajadoras contemplan cómo día a día el capitalismo las dirige inexorablemente hacia un ocaso social impredecible y aunque la angustia los atraviesa, no dan muestras externas de ello. Cuando todo parecía, así se lo habían prometido los defensores del capitalismo, que podían confiar en un porvenir placentero tras haber cumplido el periodo de explotación a que el capitalismo las condena, por enésima vez se ven envueltas en la tormenta del egoísmo, el tanto por ciento y la acumulación de capital.

Muchos venían confiando en las promesas políticas de todo signo político, o en las proclamas vacías y llenas de falsedades de los sindicatos homologados, sobre la bondad de las nuevas reformas que, en materia de pensiones, se iniciaron tras las elecciones que trajeron al país el actual gobierno de coalición, aquello que algunos dieron por llamar «gobierno progresista». El movimiento social pensionista nacido como respuesta al menosprecio que el gobierno hizo a los pensionistas en 2018, puso en marcha un ciclo de movilizaciones que ayudaron, sin duda, a la caída del gobierno conservadoren una moción de censura que muchos, ilusamente, vieron en ello recuperar dignidad y derechos, entre otros los pensionistas.

Tras casi una legislatura donde por una razón u otra el gobierno «progresista» ha estado -dicho en lenguaje popular- mareando la perdiz, acaba de terminar la reforma de las pensiones más controvertida de cuantas se hayan hecho en la historia de España. Tras un largo periplo donde el ministro del ramo del gobierno Sánchez se ha montado una reforma por entregas, con el fin de distraer a pensionistas y trabajadores, el final no ha sido, en absoluto favorable, ni para los actuales, ni para los futuros pensionistas; todo lo contrario, y más lamentable aún, es: la complicidad interesada de los dos sindicatos oficialistas, cuya aceptación,de la reforma, no es más que una nueva traición a la clase trabajadora.

Frente a la principal reivindicación de los pensionistas: recuperar la indexación de las subidas anuales de las pensiones al IPC real, el gobierno se descuelga con un nuevo elemento como es el IPC medio anual, y retuerce el índice con el único fin de recortar el monto anual de las pensiones.

La reforma que el gobierno nos regala debemos contemplarla en conjunto,aunque que se haya aprobado por partes. La primera se inicia en el año 2021 tras la aprobación de la ley 21/2021, continua con la ley 12/2022 y termina con el último proyecto de ley 2/2023 del pasado mes de marzo. En ese periodo de tiempo se han modificado una serie de medidas recogidas en reformas anteriores -gobierno Zapatero 2011 y gobierno Rajoy 2013- y se han introducido nuevos elementos, que no dejan de sorprender por retorcidos y sibilinos.

Veamos algunos aspectos importantes, tanto concretos como abstractos, que denotan el carácter perverso del gobierno y su ministro.Frente a la principal reivindicación de los pensionistas: recuperar la indexación de las subidas anuales de las pensiones al IPC real -así aparece en los últimos acuerdos del Pacto de Toledo- el gobierno se descuelga con un nuevo elemento como es el IPC medio anual,retuerce el índice con el único fin de recortar el monto anual de las pensiones públicas,objetivo perseguido por el capitalismo neoliberal desde la última década del siglo pasado. Bajo el mismo epígrafe el gobierno sitúa otras medidas trampa como la mejora de la pensiones mínimas, de nuevo utilizando la letra pequeña del BOE engaña a los pensionistas haciéndoles creer en la bondad de una medida que en realidad se queda en el nivel inferior, alcanzando únicamente a aquellas pensionistas con conyugue a su cargo, dejando al resto en el limbo, de igual manera con la nimia subida de las pensiones no contributivas que no son parte de las pensiones contributivas y que deben abordarse desde los presupuestos generales del estado.

Otro aspectos a considerar es la fórmula con que de nuevo nos sorprende el ejecutivo del Sr. Sánchez, para sustituir un elemento muy lesivo de la reforma Rajoy del 2013 y caballo de batalla de las pensionistas durante estos años, como era el Factor de Sostenibilidad, cuya pretensión, era: ajustar la pensión a la variación de la esperanza de vida, que perseguía modificar la tasa de remplazo existente, cuyo valor en España se sitúa sobre el 75%, para situarla en un nivel inferior, más cercano a la media de los países de la OCDE del 40,6%. La solución encontrada por el ministro para eliminar esta impopular medida, ha sido introducir un nuevo impuesto al trabajo -Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI)-que supone un aumento de las cotizaciones en un 0,6%, posteriormente incrementado hasta el 1,2%.

Siguiendo con las fórmulas diabólicas para aumentar la edad voluntaria de jubilación en contra de la contratación juvenil, tan necesaria para las jóvenes en edad de iniciar su camino laboral, la reforma recoge todo un tratado de sutilidad, tendente a reducir, tanto el acceso a la pensión, como a su cuantía. Todo ello nos hace sospechar que, aún a pesar de las grandilocuentes manifestaciones del Sr. ministro sobre que su reforma es perfecta y no será reformada en el futuro, no tardarán mucho, sea este u otro gobierno, en volver a reformar lo reformado, véase la opinión de la AIREF.

Pormenorizar en todos los componentes visibles de la reforma, nos llevaría muchas páginas que posiblemente conduciría al lector al aburrimiento o a la confusión, por ello sólo destacar, además de los componentes revisados anteriormente, aquellos elementos que no se encuentran escritos en el BOE de la reforma y que son los de mayor importancia para comprender desde la óptica de los trabajadores, ¿hacia donde quiere llevarnos el capitalismo neoliberal en materia de pensiones? con la complicidad tanto de este gobierno, como de los anteriores, perfectamente alineados a la voluntad privatizadora de la Unión Europea.

Se sustituye el factor de sostenibilidad por un nuevo impuesto al trabajo, no menos lesivo: el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que supone un aumento de las cotizaciones en un 1,2%

Nuestro rechazo, es la tutela y condiciones a la que tanto el propio gobierno, como los mecanismos de la UE someten a esta reforma. Éstos vienen impuestos en el componente 30 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia aprobado por la U.E. para poder recibir los 140.000M. de euros, que: aprovechando la necesidad económica del capitalismo español tras la lamentable pandemia, la Europa Comunitaria pondrá a disposición del gobierno de España. La exigencia del capitalismo europeo, no es nueva y se alinea tanto con el informe del Banco Mundial del año 1994 -envejecimiento sin crisis- como con los Planes de Pensiones Individuales Paneuropeos, ambos en sintonía con los intereses bancarios y de los fondos privados de pensiones y que tras varios intentos desde la clase política del país por conducir las pensiones de las trabajadores al terreno de la financiarización económica, abre a partir de los planes privados de empresa reformados por el gobierno progresista, las puertas de par en par de las pensiones privadas.

Por otra parte, en el otro lado de los Pirineos las trabajadoras francesas también se encuentran en situación parecida a nosotras, llevan once jornadas de lucha intensa para defender sus pensiones. Aunque su sistema es algo distinto al nuestro y son varias sus reivindicaciones, el elemento vertebrador de la lucha es el incremento de dos años la edad de jubilación, pasar de 62 a 64 años -en España es de 67 años con una base de cotización de 27 años tras la reforma-.

Los elementos coincidentes entre ambos países son que las trabajadoras deben permanecer más tiempo en activo y recibir menos pensión, aspectos propios de la explotación capitalista y que aún a pesar de un montón de ilusos que defienden el sistema y sus bondades, el capitalismo en su momento histórico, de dominio de los mercados financieros sobre la política, las empresas y los estados, proyecta sobre la humanidad un futuro cargado de incertidumbre, precariedad y miseria que llevará a la bancarrota a la humanidad. Así lo están sintiendo las trabajadoras francesas cuando en las once jornadas de huelga contra la reforma Macrón, agente mundial del capitalismo neoliberal, han salido masivamente a las calles identificando claramente al enemigo, los fondos financieros, presionando a sus comités superiores a tener que encabezar esta lucha vital para ellas, que esperamos no decaiga.

Mientras en España la fiesta va de manera bien diferente: los sindicatos mayoritarios, que mantienen narcotizados a sus afiliados con las prebendas que les ofrece el modelo sindical de representación anti obrero, vigente y engañan a las trabajadoras que confían en ellos y las adormecen con loas hacia las reformas dictadas por el capitalismo neoliberal.

Sólo recordar, que únicamente con la conciencia de clase y la acción directa de las trabajadoras, será posible romper la actual complicidad de Gobierno, Patronal y Sindicatos Colaboracionistas y avanzar en la lucha contra el capitalismo controlado por los mercados Financieros.

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