Capitalismo y xenofobia

Kasu, Atenció, Coidado, Alerta,  Allerta, Alarm, Aufmerksam, Alerte!, Aleltar, Zorgo, malos tiempos corren para la lírica como antes se solía decir.

En estos momentos de crisis capitalista, los sectores más desfavorecidos son los grandes perjudicados como siempre ha ocurrido. El paro ya alcanza un 18,3% y los perjudicados son los trabajadores de las empresas en crisis y los inmigrantes, estos últimos casi con seguridad con un índice de paro mayor. Hay que destacar que los famosos ERES ( Expedientes de Regulación de Empleo), llamados así eufemísticamente, no sólo son las grandes empresas que aparecen en los medios de comunicación sino que hay una multitud de pequeñas y medianas empresas que están sufriendo estas consecuencias y de las cuales no tenemos noticia alguna. La cruda realidad nos hace ver que hay una carrera desenfrenada por parte de las patronales para ver quien es el primero en conseguir el famoso ERE. Hay tiempos revueltos ganancia de pescadores y siempre es el patrón del barco quien se lleva la mejor parte.

Las inyecciones económicas de las que está disfrutando la banca, compañías de seguros, el sector del automóvil, etc., son a consta del erario público del cual todos somos partícipes. Esto es un atraco a mano armada, ¿qué han hecho con los beneficios en tiempo de sus vacas gordas, donde está ese dinero?. Sueldos desorbitados, primas de beneficios, dineros en paraísos fiscales y un largo etcétera; entre tanto congelaciones de salarios, rebajas de las condiciones laborales, beneficios en las contrataciones, su avaricia no ha tenido freno, basta ya de hipocresías a todo esto hay que llamarlo por su nombre. Explotación sin límites, capitalismo puro y duro, despidos salvajes y huelgas domesticadas. Si hay que saltar en términos de casino la banca, que no sean los jugadores profesiones quienes se lleven las fichas.

Las crisis económica ha multiplicado los problemas sociales y por contagio se están incrementando los actos xenófobos, agresiones, asesinatos, pintadas etc…

Se esta estableciendo una división entre los nativos y los de fuera, que hace aflorar un racismo callejero, pero esto es solo la punta del iceberg,. El racismo encubierto o no declarado es muy superior al que se conoce por los medios. Recientemente se han publicado encuestas que revelan que entre la juventud universitaria crece de forma alarmante el rechazo a los inmigrantes y esto evidentemente podría servir a los ultraderechistas que ya se están infiltrando en las universidades.

A nivel de la clase trabajadora y con motivo del creciente paro, el racismo está anidando dentro de ella, incluso hacia la mujer trabajadora, ya que según los discursos populistas, la inmigración es la culpable de la falta de puestos de trabajo. Estos discursos enormemente peligrosos pueden traducirse incluso en enfrentamientos verbales llegando incluso a las agresiones físicas.

Peligrosa situación, es decir la lucha en el circo de los gladiadores donde el más fuerte daba muerte al perdedor. En la tribuna al igual que en la Roma imperial, el César capitalista, los capitales sin rostro y en las gradas como asistentes los ciudadanos que miran con preocupación una rebelión de los gladiadores y esclavos.

Los organismos que conceden ayudas tanto a los nativos como a los foráneos, deben explicar con toda claridad cómo y a quien se destinan las ayudas que conceden y hacer un seguimiento exhaustivo para evitar fraudes y asimismo demostrar que las opiniones de taberna, de calle o de otra condición no puedan dar pábulo a estas.

Los periodos de crisis evidentemente potencian y acentúan nuestra frustración y es fácil encontrar el culpable de nuestras desgracias, es decir el inmigrante que nos quita el trabajo. Sin embargo las consecuencias de la crisis están muy por encima de los gobiernos, como se está demostrando. Lo único claro es que la economía capitalista tiene los pies de barro.

A nuestro juicio hay una explicación lógica. La globalización del Poder Mundial Capitalista, es decir un control social nunca visto. No hay ningún jefe de Estado, ni partidos de la oposición, ni economistas que sepan explicar la verdadera situación aunque sea bajo un punto de vista capitalista, pues en este sistema estamos.

Esto sin duda en un fascismo o neofascismo con máscara. Las llamadas empresas transnacionales cuyos rostros ni nombres conocemos, están por encima de cualquier gobierno, de cualquier estado sea del signo que sea, pueden propiciar incluso hasta el golpe de estado que más les convenga. Nos encontramos con un  poder llamémosle XX.

En España, Austria, Francia, Italia,  Bélgica, Suiza, Holanda, Polonia, Rusia, Croacia., Serbia, se observa con preocupación un resurgimiento de grupos ultraderechistas. El aprovechamiento y la difusión de los sentimientos de miedo, se ven complementados con la violencia. La desinformación, la manipulación en todos sus frentes (social, educativo…), mezclando  un revoltijo de ideas, suele acabar en reivindicaciones de patria, nación, etnia. Estos son los pilares fundamentales del neofascismo solapado que nos envuelve.

“La propaganda de limitarse a un pequeño número de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo en el mismo concepto, sin fisuras ni dudas.
Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en realidad”

Joseph Goebbels
Ministro de Propaganda de la Alemania Nazi

No les hace falta que este fascismo solapado se disfrace con camisas negras, pardas o azules ni se vistas con uniforme y correajes, el camuflaje democrático es su gran baza. Los medios de comunicación actual pueden ser pieza clave de este resurgir. Hay emisoras de radio, TV, prensa, sociólogos, tertulianos generadores de opinión, sectas religiosas con su máximo mandatario y toda su parafernalia al frente están en manos de un poder reaccionario, cuyo objetivo final es volver a los tiempos de la mano dura y tentetieso.

Debemos de tener en cuenta que los partidos y organizaciones xenófobas tienen un caldo de cultivo que explotan con habilidad.

El populismo de que se rodean en los discursos que ellos denominan democráticos,  están calando en una sociedad sumisa y desengañada lo que al final puede traducirse en colaboracionista de la dominación que el neofascismo pretende.

Tradicionalmente estos movimientos se han nutrido de una pequeña burguesía empobrecida y también porque ocultarlo del proletariado descontento o parado, amén de individuos sin escrúpulos que vendieron su fuerza bruta, de choque lo llamaron. De ahí el peligro de que los sindicatos de clase puedan ser desbordados si no hacen ver a la clase trabajadora de que otro modelo económico es posible y que no se queden en las burocracias creadas que no nos salvarán si se produce una acción reacción de lo que podría considerarse el embrión del fascismo.

A los trabajadores se les debe hacer ver su conciencia de clase y que están llamados no solamente a reivindicar mejoras salariales, sino a transformar la sociedad, los medios de producción y ha cambiar un sistema obsoleto.

CNT-Bilbao

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